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Brasil: Lula lanzó candidatura presidencial desde la cárcel

El PT aprobó su designación y prometió que liberarán a su líder histórico. El ex mandatario brasileño envió una carta a la convención de su partido, en la que advirtió: “La democracia está amenazada. Tenemos una elección con las cartas marcadas que excluye a quien encabeza los sondeos"

El Partido de los Trabajadores (PT) desafió al sistema político-electoral al lanzar este sábado la candidatura del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva a las elecciones presidenciales de octubre en Brasil y prometió sacar a su líder histórico de la cárcel, donde purga una pena de 12 años por corrupción.

El propio Lula, detenido en Curitiba (sur), mandó una carta a la convención del PT en San Pablo, en la que advirtió: “Hoy la democracia está amenazada. Tenemos una elección con las cartas marcadas que excluye a quien encabeza los sondeos. Quieren inventar una democracia sin pueblo”.

La candidatura de Lula “es la acción de máxima confrontación con este sistema podrido”, proclamó la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, después de que unos 2.000 delegados aprobaran a mano alzada la designación de su líder histórico, favorito en los sondeos con cerca de 30% de las intenciones de voto pese a su complicada situación judicial.

“¡Vamos a seguir nuestra marcha, vamos a sacar a Lula de la cárcel!”, prometió la senadora.
Lula, detenido desde abril, fue condenado como beneficiario de un apartamento en el litoral paulista ofrecido por la constructora OAS a cambio de facilidades para obtener contratos en Petrobras.

Un tribunal de apelaciones confirmó su culpabilidad, lo cual debería inhabilitarlo para competir en una elección, en virtud de la “Ley de Ficha Limpia” promulgada por él mismo en el último año de su mandato.

Otros lanzamientos

Dos candidatos fuertes también se lanzaron ayer al ruedo para los comicios del 7 de octubre, con una eventual segunda vuelta el 28: el ex gobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB, centro-derecha); y la ecologista Marina Silva, de Rede Sustentabilidade.

Alckmin, de 65 años, fue recibido en el Centro Internacional de Convenciones de Brasilia por un millar de personas al son de tambores y al grito “Brasil de frente, Geraldo presidente”. Entre los participantes en la convención figuraba el ex presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002).

Su candidatura recibió recientemente el apoyo de una amplia coalición de partidos de derecha y centro-derecha, lo cual le dará más recursos de campaña y más tiempo de propaganda de televisión que a la mayoría de sus rivales.
Marina Silva, de 60 años, se presentó ante la convención de Rede, en Brasilia, como la candidata capaz de superar la polarización que vive este país de 209 millones de habitantes.

“Frente al odio, la unión”, preconizó la ex ministra de Medio Ambiente de Lula, que salió tercera en las elecciones de 2010 y 2014.

Todos los candidatos tendrán que lidiar con la cierta popularidad del ultraderechista Bolsonaro, un ex capitán del Ejército que reivindica a la dictadura militar y capitaliza la indignación por los escándalos de corrupción y la constante violencia.

La polarización de los candidatos va a la par con la apatía y la desorientación del electorado.

En Brasil la votación es obligatoria, pero dos encuestas recientes muestran que de un 33% a un 41% de los electores están tentados por la abstención. Si Lula es candidato, el porcentaje disminuye, pero sigue abarcando a casi un cuarto del padrón.

Todo parece indicar que por octava vez consecutiva Lula será una figura clave en la carrera presidencial de Brasil.

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