Más de 1.000 personas están desaparecidas en el estado brasileño de Alagoas a causa de las lluvias e inundaciones que ya han dejado cerca de 40 muertos en el nordeste del país, afirmó este hoy el gobernador Teotonio Vilela Filho citado por la oficial Agencia Brasil.
«Hasta el inicio de la tarde (del martes) eran 26 muertes (en Alagoas) y más de 1.000 desaparecidos. Estamos rezando para que ellos estén con vida. Pero estamos preocupados porque los cuerpos ya comienzan a aparecer en las playas y los ríos», dijo Vilela el martes durante una rueda de prensa en Brasilia, antes de reunirse con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
La Secretaría Nacional de Defensa Civil señalaba en un primer recuento de desaparecidos en Alagoas divulgado minutos antes de las declaraciones del gobernador, que 607 personas estaban desaparecidas, 500 de ellas en el poblado de Uniao dos Palmares, el más afectado por la crecida del río Mundaú.
El gobernador dijo que la lluvia destruyó más de 40.000 casas, además de puentes, calles y vías férreas en 22 municipios del estado. «Los ríos de Pernambuco van todos para Alagoas. Con el torrente ellos devastaron las ciudades», declaró.
Los bomberos indicaron que hubo poblados a la orilla del Mundaú en Alagoas, que fueron «borrados del mapa» por la crecida, mientras que hay otros que quedaron «aislados». El acceso a esos lugares para acercar ayuda a los pobladores sólo puede realizarse gracias a la colaboración de la Fuerza Aérea, que destinó cinco helicópteros a esa tarea, indicaron.
Los balances oficiales difundidos el lunes por Defensa Civil señalan además que en el vecino estado de Pernambuco, donde se originaron las lluvias y crecientes, 53 municipios fueron declarados en situación de emergencia. Hay 17.719 personas sin vivienda y 24.301 evacuados, en tanto el número de muertos en el último informe llegaba a las 13 personas en ese estado.
En Alagoas, mientras tanto, son 22 los municipios afectados (15 de ellos en estado de «calamidad pública»), 32.335 evacuados y 25.843 sin vivienda y al menos 26 muertos.
Con estos números, hasta el momento la cifra de muertos confirmados por las autoridades se ubica en 39, y la previsión meteorológica para el martes es que las lluvias continúen, agravando aún más la situación de millares de personas que se quedaron sin casa, incomunicadas, o sin energía eléctrica ni víveres.
El gobernador Vilela Filho señaló que todavía no es posible cuantificar los daños provocados por el aluvión de agua y lodo que arrasó con las poblaciones ribereñas.
«Esto precisa ser cuantificado con responsabilidad y criterio. En algunos casos, las aguas no bajaron todavía. Es imposible tener, en este momento, los perjuicios (económicos) con precisión», declaró.
El gobernador realizó un llamado a la solidaridad de todo el país para la donación de alimentos y abrigos para las víctimas, como ocurrió en abril con las lluvias que afectaron los estados de Santa Catarina y Río de Janeiro y que dejaron una cifra hasta el día de hoy indeterminada de muertos, que supera las 230 personas.
Lula se reunió con los gobernadores de los dos estados, Vilela Filho de Alagoas y Eduardo Campos de Pernambuco, así como con los ministros Alexandre Padilha (Relaciones Institucionales) y Marcio Fortes (Integración) para definir los detalles de la asistencia a las víctimas del desastre.
El mandatario convocó a un gabinete de crisis para la mañana del martes y anunció la liberación de fondos federales para asistir a las víctimas de las inundaciones, aunque no dio detalles del monto, de acuerdo con participantes de la reunión citados por la prensa local.