La Cancillería brasileña pidió hoy que no haya interferencias externas para la resolución de las protestas que se registran en Túnez, Egipto, Jordania y Yemen. Mediante un comunicado de Itamaraty (la cancillería de Brasil) enunció: «El gobierno brasileño expresa su expectativa de que las naciones amigas (del mundo árabe) encontrarán el camino de una evolución política capaz de atender a las aspiraciones de la población, en un ambiente pacífico y sin interferencias externas».
El texto afirma que ese será el modo «de dar soporte al desarrollo económico y social en curso» en esos países árabes.
La nota de Brasil destacó que los países sudamericanos experimentan una creciente cooperación con las naciones árabes y reseñó que del 14 al 16 de febrero en Lima, se desarrollará la III Cumbre América del Sur-Países Árabes (ASPA) «será una oportunidad para renovar el diálogo con los líderes de la región».
Según indica el comunicado, «Egipto es un importante socio del Mercosur (en 2010 fue firmado un acuerdo de libre comercio). El bloque amplió sus relaciones con los países árabes, como se verifica en las negociaciones en curso con Jordania, Siria y Palestina».
La Cancillería brasileña sostiene, finalmente, que el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff «sigue con atención el desarrollo de los acontecimientos en Egipto, Túnez y Yemen».