El Grupo OAS está vendiendo el estadio Dunas de Natal y además puso a la venta su participación del 50 % en el estadio Fonte Nova de Salvador.
La compañía ha tenido problemas durante meses por el impacto de una investigación de corrupción de la petrolera estatal Petrobras, que debilitó el acceso de la empresa constructora a financiamiento.
Una desaceleración económica, la austeridad gubernamental y un retroceso de la moneda local también han afectado a la compañía, por lo que el Grupo OAS anunció que vendía su participación en los estadios y otros proyectos para enfocarse en el negocio de la construcción.
OAS gastó 591 millones de reales (unos 187 millones de dólares) en reconstruir por completo el viejo estadio Fonte Nova en Salvador y 423 millones de reales (134 millones de dólares) en el Dunas.
En el estadio Fonte Nova se disputaron seis partidos del Mundial del 2014 y cuatro en el Dunas.
El anuncio fue el último de una serie de malas noticias para el fútbol brasileño después del torneo.
Anteriormente esta semana, el Esporte Club Bahia, uno de los clubes más grandes de Salvador, dijo que abandonaba sus planes de utilizar el Fonte Nova porque sentía que los propietarios no respetaban a sus hinchas.
Otros estadios han registrado más público en conciertos y eventos religiosos que en partidos de fútbol. Además, el escenario deportivo en Cuiabá fue cerrado por problemas estructurales.