El ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, pidió sorpresivamente licencia sin goce de sueldo en medio de las crecientes denuncias por el vínculo que mantuvo como juez federal con el jefe de los fiscales de la causa Lava Jato durante los juicios contra muchos empresarios y políticos, entre ellos el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, según informó este lunes el gobierno de Jair Bolsonaro.
El Diario Oficial de la Unión informó que el titular de Justicia y Seguridad Pública tomará licencia entre los días 15 y 19 de julio para tratar “asuntos particulares”, sin dar más detalles, según la agencia de noticias Ansa.
Moro estuvo este domingo en el estadio Maracaná de Río de Janeiro junto al presidente Jair Bolsonaro viendo el triunfo de la selección brasileña en la final de la Copa América.
Pese a que el anuncio oficial sólo cita “asuntos particulares” como el motivo de la licencia, el ministro Moro enfrenta por estos días una gran presión pública y mediática por sus conversaciones privadas con el jefe de los fiscales de la mega causa de corrupción Lava Jato, Deltan Dallagnol, en medio de los procesos legales, algo prohibido por las leyes brasileñas.
Moro y los abogados de Lava Jato no han reconocido los mensajes divulgados. En entrevistas y testimonios en el Senado y en la Cámara, el ministro de Justicia dijo que no tenía nada que ocultar sobre las conversaciones que se le atribuyeron a él y a los abogados de Lava Jato.
Los informes de Intercept, el diario Folha de San Paulo y la revista Veja afirman que las supuestas conversaciones en la aplicación de Telegram muestran que Moro estaba guiando las acciones de la Operación Lava Jato.
El primer paquete de revelaciones de The Intercept Brasil mostró presuntos acuerdos espurios para dañar la candidatura presidencial de Lula da Silva y de su sucesor Fernando Haddad en las elecciones nacionales de octubre de 2018.
La investigación de Datafolha publicada hace días señaló que el 63% de los encuestados tomó nota de los diálogos atribuidos por el sitio The Intercept Brasil. De ellos, el 58% dijo que la conducta del ex juez era inadecuada. El 31% de los entrevistados aprueban la posición de Moro y el 11% no sabía cómo comentar sobre el tema.