La novedad se conoció esta semana y marca en un solo dato la difícil situación que atraviesa Sudamérica, en un contexto de fuertes transformaciones económicas y políticas: Brasil profundizó la recesión, con lo que ya protagoniza el período de caída de su economía más prolongado en 20 años.
El Producto Bruto brasileño comenzó a reducirse en el segundo trimestre de 2014 y la información conocida en los últimos días sobre una nueva caída en el tercer trimestre de este año coloca la situación en un nivel casi inédito.
Así, la economía del vecino país acumula una caída del 5,8 por ciento durante el último año y medio.
Como lo marcó el diario Folha de San Pablo, la situación que enfrenta la presidenta Dilma Rousseff es la recesión más larga desde 1994 y pronto se convertirá también en la más intensa –entre 2008 y 2009, por la crisis financiera internacional, el impacto fue de 6 por ciento–.
Hay que remontarse a algunos períodos de fines de los años 80 para encontrar una retracción económica del orden del 7,7 por ciento a lo largo de 11 trimestres, en el marco de una inflación galopante para encontrar una situación más difícil.
La situación económica es inseparable de la crisis política que afecta a Brasil y que incluye el inicio de un proceso de juicio político contra Rousseff.
Tampoco puede separarse de los cambios políticos en la región, del que la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada es uno de los más importantes.
Y se da en un contexto en el que la caída de popularidad de Rousseff no es un hecho aislado: procesos similares atraviesa Michelle Bachelet, en Chile, u Ollanta Humala en Perú.
Más al norte, la última tapa de la revista Newsweek en su edición en español advierte sobre la situación política que atraviesa el mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto, con el título “El salvador que no lo fue”.
El “resfrío” en los llamados mercados emergentes –puntualmente, el menor nivel de crecimiento de la economía China– sumada a la recuperación, aunque no del todo vigorosa, de la economía norteamericana no ha dejado de tener impactos en nuestra región.
Está por verse cuáles serán los desenlaces políticos y económicos que comenzarán a darse y cuánto de cambio y de continuidad tendrán los nuevos esquemas que se encuentren para recuperar el crecimiento y la estabilidad que, por el momento, aparecen como amenazadas.
En ese contexto, el nuevo panorama no deja de ser una oportunidad para nuevos negocios.
El empresario argentino Eduardo Eurnekian, número uno de Corporación América, declaró a la agencia <Reuters> que espera incrementar sus inversiones en Brasil ya que, según su mirada, los problemas allí “se están resolviendo”.
