Brasil y Colombia animarán esta tarde un duelo que entregará a un semifinalista sudamericano. Los dos vienen de dejar en el camino a otros seleccionados del continente y ahora entre ellos dirimirán quién sigue adelante y cuál se despide de la Copa del Mundo.
Tras su angustiante clasificación por penales ante Chile, la selección local necesita reivindicarse ante su gente y dar un nuevo paso hacia el sueño del título en casa. Claro que no la tendrá sencilla. Primero porque el juego mostrado hasta acá está muy por debajo de lo esperado; y segundo porque enfrente tendrá a Colombia, quizás hasta aquí una de las dos o tres mejores selecciones.
El partido, que arrancará a las 17 (hora argentina) en el estadio Castelao de Fortaleza, tendrá también el atractivo de enfrentar a dos de los jóvenes valores más cotizados del fútbol mundial: Neymar, ya toda una estrella, por un lado; y James Rodríguez, que en esta Copa dio un salto de calidad para candidatearse al estatus de gran figura (ver recuadro).
No ha sido fácil para Brasil este Mundial. Lejos del jogo bonito histórico, a su seleccionador Luiz Felipe Scolari poco le importa el show; aunque ahora el local debe lidiar con un rival más fuerte y la presión que recibe de todos los sectores, que esperan como único resultado una consagración, es cada día mayor. Eso hasta acá ha sido un peso muy difícil de sobrellevar para los jugadores brasileños y es probablemente un punto a favor que pueda utilizar la selección de José Pekerman.
El argentino, audaz en el manejo, ha sabido explotar al máximo las calidades de sus jugadores y estudiar bien al rival. Esta tarde presentará seguramente el mismo equipo titular que paró ante Uruguay (2-0) con Teófilo Gutiérrez y Jackson Chachachá Martínez en el ataque y James y Juan Guillermo Cuadrado en la creación.
Con un juego muy aceitado, y por momentos de muy buen brillo, si Colombia logra abstraerse de la presión que habrá en el estadio para así hacer su juego, puede dar el gran golpe.
Ya cumpliendo el mejor Mundial de su historia, hasta se puede permitir soñar con más porque demostró que tiene con qué. Habrá que ver si la atmosfera no lo nubla y le resta posibilidades.
Por el lado del local, si bien Felipao probó otras opciones tácticas durante la semana, mantendrá su mismo equipo con un sólo cambio obligado por la suspensión del volante Luiz Gustavo, que deja un vacío importante en el mediocampo, ingresando Paulinho.
