Los hermanos Ibrahim y Khalid El Bakraoui, según las autoridades belgas, se hicieron estallar en los atentados de Bruselas. Se trata de dos figuras conocidas del crimen común en Bélgica, sin antecedentes como terroristas pero a las que también relacionaron con los atentados de París. La Policía ha activado la búsqueda de un tercer terrorista, huido tras los ataques y al que se ve en las imágenes de cámaras de seguridad del aeropuerto. Fuentes policiales lo identificaron como Najim Laachraoui, pero no estaba confirmado de forma oficial. También habría un cuarto sospechoso, al que se ve en las imágenes del aeropuerto, que al parecer se suicidó también.
Ibrahim, de 29 años, según la Policía, se hizo estallar en el aeropuerto de Bruselas, donde murieron al menos 15 personas. Su hermano Khalid hizo lo mismo, de acuerdo a las autoridades, en la estación de metro Maelbeek, en el corazón del barrio europeo, matando a unas 20 personas.
Ambos hermanos, de nacionalidad belga, tenían “importantes antecedentes judiciales sin relación con el terrorismo”, explicó el fiscal federal belga Frédéric Van Leeuw. Fueron identificados por sus huellas dactilares, según publicó la agencia de noticias francesa AFP.
La Policía belga conocía bien a Ibrahim, que en octubre de 2010 fue condenado a prisión por haber disparado con un Kalashnikov en un asalto a una agencia de cambio, según el periódico La Dernière Heure.
Su hermano Khalid fue por su parte condenado en febrero de 2011 a cinco años de prisión por robo de coches con violencia.
El mismo día de los atentados, la Policía registró un piso en el barrio de Schaerbeek, donde se encontraron 15 kilos de explosivos Tatp y material para fabricar bombas.
Fue desde allí donde Ibrahim y otros dos sospechosos, uno de ellos identificado como Najim Laachraoui –el segundo kamikaze del aeropuerto, sospechoso a su vez en los atentados de París en noviembre–, tomaron un taxi cargados de explosivos en dirección al aeropuerto.
¿Conexiones París-Bruselas?
En la misma calle, en una notebook abandonada en un cesto de residuos, la policía encontró lo que el fiscal calificó como “testamento” de Ibrahim. En él, según los fragmentos citados por el fiscal, dice “no saber qué hacer” y afirma que le buscan “por todas partes” por lo que no se siente “seguro”.
El “testamento” también se refiere a Salah Abdeslam, capturado la semana pasada y ahora encarcelado en Brujas (noroeste de Bélgica), un hombre clave en los atentados del 13 de noviembre en París.
Hablando en plural en alusión a su hermano, Ibrahim se muestra convencido de que “si tardan demasiado, (ambos) podrían terminar como él (Abdeslam) en una celda”, explicó el fiscal belga.
En una imagen difundida por la Policía, Ibrahim, con un jersey negro y un guante negro que podría esconder el detonador, aparece en el aeropuerto junto a Laachraoui, que se hizo estallar como él, y otro hombre con una chaqueta de color claro, activamente buscado y sin identificar.
La Policía también está investigando la relación de los dos hermanos con Abdeslam. Se cree que fue Khalid quien proporcionó el apartamento del barrio de Forest, en Bruselas, donde se encontraron sus huellas.
Cuando la Policía lo registró hace unos días, hubo un tiroteo. Uno de los ocupantes huyó y otros dos (uno de ellos podría haber sido Abdeslam) lograron huir. Tres días más tarde, detuvieron a Abdeslam en Molenbeek, conocido por ser un punto de refugio de los yihadistas y donde vive su familia.
La identificación de Najim Laachraoui, cuyo ADN fue hallado en los explosivos del 13-N en París, refuerza para las autoridades todavía más las relaciones entre los autores de los ataques de París y Bruselas.
También se sabe que los hermanos El Bakraoui están relacionados con otro apartamento alquilado en la ciudad belga de Charleroi, por donde pasaron algunos de los autores de los atentados de París, entre ellos Chakib Akrouh y Abdelhamid Abaaoud.