Un concierto de características internacionales se vivió en el debut de Michael Bublé en Rosario. La fecha fue importante para toda la comitiva que acompaña al canadiense por ser el inicio de la gira Crazy Love Tour en suelo argentino, y también por ser la primera actuación en el país desde su casamiento con la actriz local Luisana Lopitato, a quien le dedicó el show.
Quizás esta nueva filiación del artista -una estrella de la música en todo el mundo-, haya influido para concretar el periplo por el interior del país con conciertos en escenarios de poca capacidad de espectadores, algo inusual para él, ya que acostumbra a brindar espectáculos multitudinarios.
En Metropolitano 2, una importante comitiva acompañó al cantante desde la fila 12. Toda la familia política de Bublé aplaudió y cantó los temas: Luisana, su hermana mayor, su hermano Darío, la mamá y el papá, estaban en el medio de un grupo de amigos de ámbos, entre los que se encontraba el actor Cristian Sancho, quien fue el nexo entre la pareja cuando se conocieron después de un show de Bublé en Buenos Aires. “I love you Lulu” dijo Michael antes de cantar “Song four you”, y su esposa levantó los brazos y mostró su más hermosa sonrisa.
El resaltado grupo arengó cada momento del concierto, con celulares en alto, silbidos y ruidosos aplausos, ellos participaban cantando las canciones cuando el músico invitaba al público ofreciendo su micrófono, y que lamentablemente no eran muchas las voces que conocían el repertorio.
El artista internacional que supo conquistar los grandes mercados del mundo (como por ejemplo agotar en una hora y media las localidades disponibles en el Madison Square Garden de Nueva York), se mostró cómodo y relajado durante las dos horas de show. “No es un concierto, es una fiesta”, dijo al comienzo, y sin dudas, el grupo formado por su familia argentina y por los amigos, ayudó a producir ese estado.
“Cuando estoy cómodo en un lugar me olvidó de las 14000 personas que me miran y hasta puedo rascarme tranquilo”, dice Michael en el DVD Meets Madison Square Garden. En la función de Metropolitano, el artista se hizo un buche generoso de agua y escupió junto al piano, en un gesto relajado que mostró su comodidad ante el auditorio, aunque su esposa se tapó la cara riendo y el grupo de amigos lanzo al unísono un grito de sorpresa por la situación.
Cuando la lista de canciones llegaba a su fin, algunos espectadores se acercaron al escenario, y fue el momento en que divisaron a Luisana, que ante varios pedidos accedió a sacarse fotos con los fans, pero acto seguido, le pidió a su madre retirarse del lugar con cierto desgano por tener que abandonar el concierto.
Un automóvil esperaba afuera con el motor encendido para transportar a la familia Bublé Lopilato hacia el aeropuerto, donde se trasladaron en un jet privado a Córdoba, para seguir con la gira argentina que comenzó con gran éxito en Rosario.
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