No será un concierto más para Buenas Tardes. La banda rosarina que triunfa en el país dará a conocer su primer disco tocando de local este sábado en el Galpón de la Música (ex Galpón 11). Desde las 22 (puntual) brindará un show que, anticiparon los protagonistas, será de alto impacto visual y en donde interpretará todos los hits que suenan en las radios del país.
La banda es el resultado del encuentro entre Sebastián Amorelli (voz y guitarra) y Felipe Araujo (guitarra), dos amigos que, en 2011, comenzaron a diagramar el proyecto. Ambos tenían su propio grupo que, en un momento decidieron abandonar para iniciar un camino juntos. “Entre ambos fuimos grabando instrumentos de manera virtual. Nos tomamos mucho tiempo para estudiar la música y eso nos llevó a tener un concepto y estilo propios. En ese momento empezamos a ensayar y llamamos a los demás músicos”, resumió sobre este recorrido Felipe Araujo en diálogo con El Ciudadano. Con ese pulso empezaron a componer de manera subjetiva y amalgamada para luego convocar a Marcos Prietto (bajo) e Ignacio Simonovich (batería) además de Isidro Lonch, una suerte de quinto integrante (guitarras) que se sumó en los últimos tiempos como invitado estable.
Envueltas en una sonoridad que se afirma entre el rock y el pop, la música de Buenas Tardes describe un instante en las vidas de sus integrantes con letras que hablan de situaciones cotidianas y sonido que refleja los estilos más modernos en un género rock y pop que intenta autodefinirse constantemente.
Para Sebastián Amorelli la banda hace canciones “para sanar el dolor interior y contar cosas que nos hacen felices”. Para Araujo la composición “está en el día a día”, dijo. Y ahondó: “Cuando le escribimos al dolor o al amor no hablamos de resentimientos; lo hacemos con otra idea: si vamos a hablar de una cosa dolorosa queremos tratar de superarla con la música”.
El nombre de la banda deriva de ese sentir optimista y positivo que los caracteriza. “Le pusimos Buenas Tardes por una situación que vivimos con la banda. Las cosas que nos venían sucediendo no eran buenas y en vez de desistir seguimos para adelante. El objetivo que teníamos se modificó por completo y vino algo mejor. En ese momento pensamos que si no le hubiésemos dado tiempo a este proyecto, no hubiese pasado nada. Ahí dijimos mirá qué «buenas tardes«”, recordó Felipe Araujo.
Tanto Araujo como Amorelli expresan, aún sin decirlo formalmente, cierta admiración por la historia y el pasado. “Teníamos que vivir para contar”, señaló en algún momento de la charla Felipe y por si no quedara clara la idea agregó que, en los orígenes de Buenas Tardes, pensaba: “Si no teníamos historia no íbamos a poder decir nada. Yo quiero hablar de lo que sucede”. Con ese pulso, contó el músico, nacieron las primeras canciones. “Nos relajamos y empezamos a vivir y a encontrar que la música puede ser un conector con lo que se está viviendo”.
El recital en Rosario será único por una infraestructura que le permitirá al público abrir los sentidos y disfrutar las canciones en el marco de una puesta especialmente diseñada. “Más que pantallas que muestren imágenes será una cuestión escenográfica amplia. Nos juntamos con un grupo de diseñadores que se encargarán de hacer artes visuales complotados con nuestra idea musical. Armamos una suerte de experimento porque nunca lo hicimos”, anticipó Amorelli.
Y confió que, en el repertorio, sonarán todas las canciones del disco más otras que no entraron y que sirven para narrar la vida de la agrupación: “Será un show que abarcará toda la historia de la banda desde sus inicios hasta la actualidad. Tendrá un hilo conductor; una historia contada y cantada como para que la gente entienda y conozca cómo llegamos hasta acá y qué camino venimos recorriendo hasta llegar a este disco que ahora presentamos”.
La banda viene de tocar en la edición local y porteña del Personal Fest, y tras la presentación de esta noche iniciará una larga gira que la llevará a ciudades como Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Salta, Neuquén y a escenarios de algunos países limítrofes.