En medio de tiempos económicos desafiantes, donde equilibrar el presupuesto mensual es una constante, descubrir los secretos del carnicero amigo para elegir carne vacuna que sea «bueno, bonito y barato» se vuelve invaluable, sobre todo ahora: la devaluación que hizo el ministro Luis Caputo llevó a que en dos días el ganado aumentara en el mercado de Cañuelas un 40 por ciento.
Con las preferencias culinarias argentinas centradas en el asado, las milanesas y la carne al horno, conocer cortes menos conocidos, pero más asequibles y versátiles puede ser una clave para disfrutar de estas delicias sin desequilibrar el presupuesto.
Según datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), los argentinos destinan el 42% de sus compras de carne vacuna a carne picada, seguida por el asado (32%) y el vacío (20%).
Sin embargo, muchos cortes de la media res no son familiares para la mayoría de los consumidores, y algunos de estos podrían resultar más económicos y versátiles que los cortes clásicos.
La arañita
La arañita, un corte ubicado en la pelvis del animal, ha sido calificado como el «corte del carnicero». A menudo pasado por alto, este corte de menos de 100 gramos ofrece una textura similar a la entraña y un sabor suave comparable a la molleja. Aunque puede ser difícil de conseguir, se destaca por su abundante grasa intramuscular.
Otro corte menos conocido es la marucha, proveniente del cuarto delantero de la media res. Este corte vistoso y marmoleado, apreciado por su intensidad de sabor y jugosidad, es ideal para obtener bifecitos. Puede sorprender y agradar por su versatilidad en la parrilla, plancha o sartén, proporcionando una experiencia fresca y moderna.
Según datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), los argentinos destinan el 42% de sus compras de carne vacuna a carne picada, seguida por el asado (32%) y el vacío (20%).
El azotillo, proveniente del cuarto delantero cerca del cuello, es otro tesoro oculto. Similar al osobuco, este corte puede ser utilizado en preparaciones como braseados, azotillo a la pizza, empanadas, tacos o sándwiches. Dada su naturaleza, se recomienda una cocción lenta para tiernizarlo.
El Ipcva ofreció consejos adicionales para evitar confusiones en la elección de cortes. “No te dejes engañar al momento de pedirle osobuco al carnicero y que no te vendan gato por liebre. O mejor dicho que no te vendan brazuelo por osobuco. El brazuelo se ubica en el cuarto delantero del animal. Cuenta con un mayor porcentaje de hueso si se lo compara con el osobuco”, remarcaron.
“El osobuco o garrón es la pata trasera de la vaca. Este es valorado por su jugosidad y sabor. Por lo que si te ofrece brazuelo regatéale el precio teniendo en cuenta su rinde. No te dejes engañar con el ‘falso’ osobuco”, finalizan.
En una sociedad donde el 71% de las compras de carne vacuna se realizan en carnicerías, la relación precio-calidad es un factor clave para los consumidores. Descubrir cortes menos conocidos pero igualmente deliciosos puede abrir nuevas puertas gastronómicas mientras se optimiza el presupuesto familiar.