Silvio Guillermo Martinero (45), quien quedó detenido tras resistirse a tiros a un robo en pleno microcentro porteño y matar a un cerrajero ajeno al hecho, debe declarar hoy en los tribunales porteños ante el juez de instrucción 13, Luis Zelaya.
El abogado defensor de Martinero aseguró que el imputado «temió por su vida» y que los ladrones «le apoyaron un arma en la cintura». Leandro Rombolá explicó que el episodio ocurrió cuando Martinero llegaba a su estudio jurídico de la calle San Martín al 500 y fue interceptado por dos motochorros. «El estaba entrando a su estudio jurídico, imagino que después iniciaría la recorrida por tribunales, como todo abogado. Él vive a dos cuadras de aquí», señaló Rombolá, quien agregó que «en un momento, por lo que él me cuenta, teme por su vida porque además de arrebatarle la mochila, le apoyan un arma en la cintura. Cuando pudo ver el momento de defenderse, extrajo su arma».
Para el letrado, «la legítima defensa existió» porque, según contó, lo estaban asaltando con un arma de fuego, y que respecto a la muerte del cerrajero inocente, «si se llega a determinar que la bala que mató al hombre salió de su arma, lo que podíamos llegar a tener es un homicidio culposo».
El abogado y exmilitar mencionado en las causas del triple crimen de General Rodríguez y la mafia de los medicamentos se resistió a los tiros a un asalto con dos motochorros que le robaron una mochila con 50.000 dólares y documentos, en pleno microcentro porteño, y mató a un cerrajero inocente que caminaba por el lugar, informaron fuentes policiales y judiciales.
El letrado quedó detenido por orden del juez de instrucción 13, Luis Zelaya, quien lo dejó imputado por homicidio simple. El hecho ocurrió en San Martín al 500, entre Tucumán y Lavalle.
Si bien en un principio fuentes policiales sindicaron que el muerto era un delincuente que había actuado en complicidad con dos motochorros que lograron escapar, con el correr de las horas los investigadores determinaron que el fallecido, Daniel Fernando De Negri Rodao (56), de nacionalidad uruguaya, no estaba vinculado al asalto y era empleado de una cerrajería ubicada a la vuelta del lugar del hecho.