Buenos Aires se consagró el domingo campeón en el Argentino Sub 17 de Cañada de Gómez y Totoras. Provincia tuvo un acertado plan de juego, maniató a Santa Fe y se llevó el tercer título para una camada que ya es bestia negra para los chicos santafesinos, que de todas maneras deben estar orgullosos de su trabajo. Fue un torneo enorme, con jugadores de jerarquía y que tanto dentro como fuera del rectángulo dejó la vara muy alta desde lo organizativo, ya sea con el trabajo de la Confederación Argentina como el de la Federación de Santa Fe.
Buenos Aires sabía de memoria las virtudes y defectos de Santa Fe y se preparó para hacerle la vida (o al menos el partido) imposible. Negar línea de fondo, atentos a la primera línea de pase, defensa para impedir rompimiento, retroceso veloz, eran algunas de las premisas a cumplir, y en ataque sacar provecho de la mano caliente de sus jugadores ante una defensa de Santa Fe que no siempre fue la más certera.
Pero poco a poco Santa Fe reaccionó en el juego, por talento individual y amor propio para suplir la baja de Juani Fernández, un jugador clave. Creció en defensa el elenco de Diana, encontró gol en Eydallín y Lugarini y se puso a tiro. Sin embargo, entre la tercera falta de Lugarini y un par de movimientos de Buenos Aires, el juego se hizo otra vez cuesta arriba. Ingresó bien Mora (quizás no tenga la súper proyección de otros lungos, pero cuenta con mucho oficio de interno) para bloquear y anotar, y en defensa Buenos Aires se fue a zona para terminar de complicar a Santa Fe.
Estaba complicado el duelo, pero los locales salieron a jugarse la vida en el Florencio Varni ante una multitud y tal cual sucedió en varios encuentros, dieron vuelta el resultado para quedar al frente con Eydallín como estandarte.
Lamentablemente, otra falta de Lugarini y la aparición anotadora de De La Fuente le devolvieron la ventaja a Buenos Aires. Ahí Santa Fe ya jugó contra su rival, contra los nervios y contra el reloj. Imposible. Y terminó perdiendo 91 a 76 y sufriendo hasta las lágrimas la derrota.
Buenos Aires demostró ser un justo campeón tras haber comenzado el torneo con dudas (y derrota). Santa Fe perdió recién en la final. Es deporte y sólo uno puede ser campeón, pero todos deben estar felices de la fiesta del básquet formativo que se vivió en Cañada de Gómez.