El circuito callejero de Buenos Aires ultima detalles para la carrera del Súper TC2000 que tendrá lugar el 1° de abril próximo. En ese contexto, el Automóvil Club Argentino junto al piloto Matías Rossi probaron la pista para terminar de definir algunos detalles de seguridad, sobre todo en los pianos (las curvas).
Con el Obelisco como vigía, fue el motor del Toyota de Rossi el que rompió con la tranquilidad de las calles porteñas y comenzó la puesta a punto del trazado a través del casco histórico de la Ciudad. Desde una camioneta de la categoría, ámbito.com participó de la prueba junto al piloto de Del Viso. Todo empezó en la recta principal de la pista, que es la mítica Avenida 9 de Julio desde las calles Mariano Moreno hasta Viamonte, cruzando la Plaza de la República. Una vez llegados a Viamonte, se giró en «U» y se retomó por la avenida más ancha del mundo hasta la arteria Roque Saenz Peña, más conocida como Diagonal Norte. Allí, Rossi tomó impulso y a toda velocidad fue hasta la Plaza de Mayo, quien le puso un freno para que, con el imponente marco de la Catedral a su izquierda, el Cabildo a su derecha, y la Casa de Gobierno en frente, para retomar por la Avenida de Mayo.
El recorrido culminó volviendo a la 9 de Julio donde los curiosos comenzaban a agolparse, pese a que el reloj marcaba las dos de la madrugada. Rossi continuó dando vueltas en su auto y marcando los puntos a mejorar en el circuito.
Tras las pruebas, el corredor de 27 años dialogó con ámbito.com y contó sus vivencias en las calles de Buenos Aires. Elogió el estado de las calles y se alegró de que el asfalto no esté tan ondulado porque «así saltás menos». Rossi también contó que la curva de Diagonal Norte hay que modificarla porque se llega a mucha velocidad luego de una larga recta.
Ya pensando en la competencia, el tres veces campeón de la categoría analizó los lugares de sobrepaso del circuito: «El más marcado es la curva uno, que es el final de la 9 de Julio, cuando se gira en U para retomar Diagonal Norte. Allí se va a llegar muy rápido y es muy ancho, lo cual puede tentar a algún piloto para que recupere posiciones», avisó. Por otro lado, Rossi no dudó en marcar el ingreso a Diagonal Norte y la curva de Plaza de Mayo como las áreas de mayor precaución.
Pese a su experiencia en el automovilismo, al piloto que debutó en Mar de Ajó hace nueve años, se lo ve entusiasmado con la experiencia de correr frente al casco histórico de Buenos Aires. «Sin lugar a dudas es el evento del año. He corrido otros circuitos callejeros pero no tienen comparación con este lugar de estar corriendo en el Obelisco y la 9 de Julio», afirmó en la fría madrugada porteña.
Y luego narró cuales son las claves del triunfo en este tipo de carreras: «La clasificación es fundamental ya que no hay mucho sobre paso en estos circuitos. El funcionamiento del auto, que frene bien, y la tracción también son los puntos a tener en cuenta», explicó. Sin embargo, Rossi aprovecha la experiencia de tantos años en las pistas argentinas y reconoció que puede competir y disfrutar del mágico lugar en el que le tocará estar el 1° de abril. «Hay que estar tranquilo y disfrutarlo, independientemente del resultado», finalizó con una naturalidad asombrosa.
Sólo restan detalles para que el gran evento comience. Un circuito callejero ya de por sí es un suceso fantástico, pero la escenografía que envuelve al de Buenos Aires lo hace más espectacular aún. El 1° de abril rugirán los motores en la misma avenida donde alguna vez vino David Coulthard (en 2008) y donde supieron enamorar a todos los autos del Rally Dakar, y se lanzarán a andar a toda velocidad, por aquellas calles que son una parte importante de la historia del país, del sentir argentino y la rutina de los porteños.
Palabra de la organización
La empresa R2 es la encargada de la organización del evento más importante de 2012 en el automovilismo argentino. Rodrigo Figueroa Reyes, publicista, fue quien imaginó el circuito callejero de Buenos Aires y lo propuso, allá por 2010, cuando trabajaba para el TC 2000.
«Le presentamos la idea al Gobierno de la Ciudad, les interesó y la llevaron a la Legislatura. Finalmente el 13 de diciembre de 2010 se derogó la ley y se hizo realidad el sueño», contó.
Figueroa Reyes, además, reconoció que el circuito está quedando tal cual lo imaginaron y deseó que «sea una fiesta para la gente». Sobre el futuro de la carrera, contó que hay un arreglo por cinco años, que piensan ir mejorándolo temporada tras temporada y no descartó la invitación a algún piloto extranjero. Pero avisa que esta primera competición, será el pilar de futuras carreras. «El circuito callejero es de la gente y si sale todo bien, los mismos espectadores son los que te piden de seguir», finalizó.