La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmó hoy que a partir de septiembre próximo las pistolas Taser serán utilizadas por los efectivos de las Policías Federal y Aeroportuaria en terminales ferroviarias y aéreas. La funcionaria nacional precisó que ya fueron adquiridas 100 armas, a un valor de 862 dólares cada una, y aclaró que las Taser no serán utilizadas para las movilizaciones sociales.
La integrante del Gabinete se expresó así en diálogo con la prensa en el Salón Blanco de la Casa Rosada, luego de participar de un acto que encabezó el presidente Mauricio Macri en homenaje a los «caídos de las fuerzas de seguridad» en cumplimiento del deber. Bullrich sostuvo que el equipo de compras del Ministerio de Seguridad concretó una «excelente negociación» en el proceso de licitación de las Taser.
«En septiembre vamos a tener en uso» las armas, dijo la ministra, y anticipó que ya se está implementando el curso para los efectivos que utilizarán las pistolas especiales. Las prácticas de manejo del arma se concretarán mediante el uso de las 15 Taser que cedió a préstamo la provincia de Mendoza para la cartera de Seguridad.
Consultada sobre las críticas formuladas por los organismos de derechos humanos por la implementación de las Taser, la ministra enfatizó que «estas armas no son para movilizaciones, sino de uso de los efectivos para reducción individual en situación de amenaza o conflicto».
Al respecto, puso como ejemplo un hecho que se produjo recientemente con un joven alemán «con estado de esquizofrenia en el Aeropuerto de Ezeiza», a quien «costó reducirlo» porque estaba «en una situación de violencia extrema, casi a las puertas del avión». La Taser se usará en aquellos casos donde «la policía debe usar la fuerza física y no lo puede hacer por los niveles de violencia», explicó Bullrich, quien insistió en que «no es un arma para movilizaciones».
Bullrich, en tanto, no descartó que de las 100 armas se pueda dejar «una pequeña reserva» para que las utilicen en Gendarmería y Prefectura en algún allanamiento, tras explicar que a veces necesitan reducir a «un animal violento», que por falta de un arma como la Taser a veces los efectivos terminan «procesados» por dar muerte a un perro.
Además, consideró que «son adecuadas» para lugares como hospitales, donde «no se puede usar armas de fuego», al anticipar que no solo las utilizarán fuerzas federales, sino también las locales.