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Derrame en el Paraná: la provincia promete dura sanción a Bunge

El secretario de Medio Ambiente señaló que la firma incurrió en más de una infracción. Las multas pueden ser millonarias.

El gobierno provincial promete duras sanciones a la empresa Bunge por el derrame de 800 litros de aceite de soja en el río Paraná. El secretario de Medio Ambiente de Santa Fe, César Mackler, señaló que la firma incurrió en, al menos, dos infracciones, entre ellas no haber informado al Estado sobre la situación. Y negó que la sustancia derramada no contamine; lo hizo en respuesta a un comunicado de la propia firma, que había asegurado que el material era “biodegradable”.

Mackler señaló que el derrame se dio porque operarios de Bunge dejaron abierta una válvula y, tras la rotura de una bomba, el aceite llegó al río.

En ese marco, el funcionario explicó que a partir de ahora se abrirá un proceso administrativo y legal que durará entre tres y cinco meses. En medio, Bunge tendrá su derecho a descargo.

De todas formas, Mackler adelantó que las imputaciones que recaerán sobre la compañía extranjera por violar la ley provincial de Medio Ambiente serán dos.

“Por un lado está  la imprudencia de tener la válvula en un lugar inadecuado, con el posible daño mayor que pudiera haber causado. Y por otro está el hecho de no haber avisado lo sucedido a la autoridad de aplicación, que es el Estado provincial. Nos enteramos por los diarios”, relató.

Las dos multas económicas dependerán del nivel final de gravedad de los hechos que el gobierno provincial logre comprobar y, también, del “poder económico” de la empresa.

“No es lo mismo lo que se le cobra a una pyme que a una gran compañía. Pero igual en general son siempre montos importantes, en muchos casos millonarios. Y se mide a lar par de la evolución del litro de gasoil para que la cifra no se desactualice”, explicó Mackler.

Más cruces

Bunge explicó en un comunicado que tras el hecho “se llevó a cabo el procedimiento de seguridad pautado en el Plan de Respuesta y Contención de derrames y se tomaron las medidas de seguridad necesarias para detener la pérdida de producto”.

“Se destaca que el material vertido no es contaminante ya que se trata de una sustancia de origen vegetal biodegradable derivado del procesamiento de la soja”, agrega el escrito.

Sin embargo, Mackler salió este martes al cruce de esa defensa y a advertir que el hecho de que una sustancia sea biodegradable o no tóxica “no significa que de por sí no sea contaminante”.

“En este caso corrió a favor de la firma que el material derramado fue quitado casi en su totalidad y que el restante se diluyera en el Paraná, pero –alertó el funcionario – si esa misma sustancia se derramaba en un curso de agua más pequeño habría sido, muy probablemente, contaminante”.

“Esto no quiere decir que cualquiera puede largar al río todo lo que le parece porque se va a biodegradar y diluir en el agua. Hay que controlar los afluentes”, enfatizó luego.

La firma responde

Con todo, desde Bunge también indicaron en el comunicado que durante todo el proceso de contención y remediación impulsado por la compañía y gestionado por la empresa privada CleanSea, especialista en la materia, se contó con la supervisión y asistencia de la Prefectura Naval Argentina.

Desde Bunge indicaron que se completaron las medidas de saneamiento mediante procesos de contención, recuperación, remediación y disposición del material recolectado.

“Mientras las causas del incidente continúan en proceso de investigación, todo el personal del área se encuentra trabajando para controlar la situación y minimizar el impacto medioambiental”, señala el escrito.

Vale recordar que todo se inició este lunes por la madrugada cuando unos 800 litros de aceite crudo de soja se filtraron al río Paraná en el sector de muelles de la firma de agronegocios Bunge, a la altura de Puerto General San Martín.

El derrame llegó hasta las aguas del arroyo San Lorenzo, que desemboca a pocos metros, y desató así la polémica. De todas formas, no es la primera vez que sustancias químicas llegan al río.

En octubre pasado el municipio de Granadero Baigorria clausuró de manera preventiva una empresa que se dedica al lavado de jeans tras haber derramado un líquido color azul sobre el Paraná.

Un nuevo sistema productivo

Mackler no sólo habló este martes sobre lo acontecido en la planta de Bunge. El funcionario también planteó la necesidad de revisar el modelo productivo actual que, además de poner la lupa sobre las empresas a la vera del Paraná, supone abrir la discusión por el uso intensivo de agroquímicos en el campo.

“Hay un estudio del río Paraná que hizo el Conicet que tiene que ver con agroquímicos. Estamos en un sistema productivo que usa millones de litros de glifosato por cosecha y es lógico que la primera degradación en algunos lugares aparezca en las aguas del Paraná”, señaló,

Tras eso, aclaró que “si bien la situación no es alarmante”, es necesario “rever el modelo productivo”.

Contienen derrame de aceite sobre el Paraná en el complejo Bunge

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