En un proceso espejo al PJ nacional y con las elecciones del año próximo en la mira, el peronismo santafesino transita tiempos de unidad. Tras una larga década de tironeos internos, los tres años de gobierno de Mauricio Macri lograron que los diferentes sectores entendieran a las diferencias como contradicciones secundarias, en el marco de un avance sobre el poder adquisitivo del salario, el aumento de la pobreza y el desempleo.
Así lo expresó en diálogo con El Ciudadano, el diputado provincial del FpV Leandro Busatto: “Lo que hicimos fue entender que los procesos de unidad se construyen en la diversidad, que no vamos a lograr que el que está al lado nuestro piense igual que nosotros, pero que podemos arribar a síntesis que nos depositen en un proceso de gobernabilidad en función de lo que está demandando la sociedad en la provincia de Santa Fe. Esto para mí es posible en la medida en que el factor de aglutinamiento o dispersión dejó de ser (la ex presidenta) Cristina (Fernández de Kirchner) y pasó a ser (el presidente Mauricio) Macri. Así, la contradicción del peronismo se apacigua más. Es muchos más fácil ver dónde está el adversario a derrotar”.
En ese proceso de unidad, Busatto expresa una de las precandidaturas para la Gobernación que se formularon desde el kirchnerismo junto a la senadora María de los Ángeles Sacnun y el diputado Marcos Cleri. De estos tres precandidatos probablemente quede sólo uno para enfrentar a los dos peso pesado de la interna: el senador Omar Perotti y la ex diputada provincial María Eugenia Bielsa.
Como marco de la discusión interna que se viene, Busatto siente que “después del paso de Néstor y Cristina el proceso identitario del genoma peronista mutó de vuelta hacia un lugar mucho más cómodo, vinculado a la historia de los laburantes, a las causas populares, a la historia de los derechos humanos y de los organismos, y abandonó el genoma de los 90 que fue un genoma traumático y vinculado más a la sociedad rural que a la unidad básica”.
Tiempo de autocrítica
Pero pese al orgullo que le generan las políticas kirchneristas en torno a los derechos humanos, las políticas inclusivas, etc, Busatto deja un espacio para la autocrítica en relación a una etapa de soberbia que hizo desaparecer el debate: “Yo creo que el kirchnerismo tuvo etapas de expansión o de debate y etapas de falta de debate. Los momentos más críticos fueron los momentos más expansivos, o de apertura: en el 2008, 2009, con la famosa crisis de la (resolución) 125 y la derrota en la provincia de Buenos Aires, nos permitió construir una nueva mayoría que nos depositó en el 54% en el 2011. En esos dos años que todos nos daban por caídos, logramos abrir el debate, convocar a un montón de gente a discutir proyectos fundamentales: ley de medios, nacionalización de los fondos jubilatorios, Aerolíneas, y me parece que tuvimos un proceso expansivo de debate. Y después, lo que nos puso en un lugar distinto, que fue el 54% (en las elecciones de 2011), fue nuestro gran problema, porque nos cerró y nos hizo dueños de una verdad absoluta, nos aisló de las discusiones y terminamos hablando mucho entre nosotros y menos con la gente”.
En el mismo sentido, el diputado del kirchnerismo reconoció: “Además, empezamos a tener un problema con la política que yo creo que es central, y que lo cometen todos los procesos mayoritarios, que es cuando vos haces foco en opiniones que terminan siendo totalizantes. Es decir, analizo diez temas con alguien, y aunque coincide en cinco yo lo puteo por los cinco en los que no coincide. Ahí estamos en problemas. Mejor acordemos cinco y veamos cómo nos ponemos de acuerdo en los otros cinco. Eso te pone en un lugar incómodo, donde terminamos dando la sensación de que no discutíamos, no debatíamos y no convocábamos”.
Para Busatto, “la muerte de Néstor jugó un papel” fundamental en esa cerrazón política. “Néstor era un tipo que la política la planteaba mucha más laxa en ese sentido. En el armado, en la idea de que hay que abrir de vez en cuando. Fijate que nosotros fuimos el gobierno que más derechos les dimos a los trabajadores y terminamos peleados con los representantes de los trabajadores”, graficó.
El escenario nacional
De cara a las elecciones del año próximo, Busatto imagina “un escenario donde el peronismo tiene que tratar de ser la columna vertebral de un frente patriótico lo mas amplio posible, que construya alternativas para que el 10 de diciembre gobierne alguien que no sea Macri”.
En ese sentido, dijo que es el peronismo “el que tiene que hacer el esfuerzo de incorporar sectores de la vida interna que hoy están alejados, y sectores que no son de la vida interna pero necesitan un peronismo activo bancando cosas importantes y organizando un proyecto alternativo”.
Y advierte: “No vamos a volver a ganar sólo porque los otros son malos, vamos a tener que hacer las cosas bien para que la gente se vuelva a enamorar y a persuadir con nosotros, porque la gente no vota ni para atrás ni por espanto, la gente termina votando porque quiere algo mejor”.