El secuestro de ocho panes de marihuana y casi dos kilos de cocaína, y la detención de un hombre de 37 años fueron el resultado de un procedimiento llevado a cabo este martes por varias fuerzas policiales en inmediaciones del Fonavi de Rouillón y Seguí. El allanamiento tuvo origen en una causa por tentativa de homicidio, cometida el pasado 2 de octubre en un oscuro taller mecánico de barrio Acindar, ocasión en la que un cliente que hizo un reclamo al dueño resultó baleado. La causa ahora sumó una arista de jurisdicción federal que parece vinculada con una célula de la banda los Monos, a juicio de fuentes del caso.
El subinspector Sebastián Luna, jefe de la División Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), calificó el hallazgo de la droga en una vivienda de Espinillo al 3600 como una sorpresa. En conferencia de prensa el investigador detalló que la causa tiene origen en el ataque a tiros que sufriera un joven de 24 años en Crespo y pasaje Ferraza, el pasado 2 de octubre. Allí funciona un “taller mecánico improvisado, con vehículos en la vía pública”.
Luna dijo que previo al ataque, autores desconocidos incendiaron uno de los vehículos que estaba en el taller. Cuando el titular fue a hacer el reclamo resultó herido de gravedad: recibió un tiro en el estómago que lo dejó internado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).
El fiscal Alejandro Ferlazzo dispuso la detención del mecánico Nelson S. y lo imputó por haber instigado a tres hombres para que balearan a Joel S y a la persona que lo acompañaba, que resultó ilesa.
El imputado señaló con un gesto para que los agresores actuaran, tras haberlos convocado por teléfono. Entonces corrieron a las víctimas por Laguna del Desierto y comenzaron a dispararles, dice la acusación. Una de las víctimas se resguardó, mientras que Joel fue herido en zona del abdomen y tuvo que ser internado. El mecánico quedó con prisión preventiva por al menos 150 días, mientras continúa la investigación.
Uno de los señalados como autor de los disparos es Sebastián Alejandro B. Sobre este sospechoso “se está discutiendo si está psíquicamente apto para ser imputado y por ello se pidió una junta médica. Por el momento se encuentra en una institución psiquiátrica”, aseguraron desde la Fiscalía. Según fuentes del caso, Sebastián B. protagonizó una fuga del hospital Agudo Ávila tras ser detenido el 21 de octubre pasado en Constitución al 4000.
El prensado, la merca y los Monos
Una brigada de Homicidios irrumpió en Espinillo al 3600 con apoyo de la Policía de Acción Táctica (PAT) en busca del tercer sospechoso. No lo encontraron; en cambio, hallaron cocaína (casi dos kilos) y marihuana (siete kilos y medio) distribuidas en un freezer y debajo de una cama.
Y es a través de lazos familiares del detenido en esa casa, Germán R, de 37 años, que surge la sombra de los Monos en la investigación, según las fuentes del caso, que ubicaron a Germán como hermano de una mujer de nombre Lorena, una mujer relacionada con el clan Cantero.
De Lorena dijeron que está en pareja con un tal Cebolla, un joven que fue imputado pero no juzgado por la saga de balaceras al Poder Judicial que llegó a juicio en agosto pasado.
También agregaron que una ex pareja de Lorena es José Orlando C., un hombre vinculado con los Monos que fue secuestrado cuando salió a sacar la basura de su casa de Polledo y Salvat, en abril de 2020. Ese episodio por poco le cuesta la vida y desató una venganza contra otro clan célebre en la crónica policial, los Romero, dos de cuyos integrantes se encaminaban a firmar un acuerdo abreviado con relación a ese episodio, confió un vocero judicial a fines de octubre.
