El tercer sospechoso del crimen de la hincha de Rosario Central Ivana Garcilazo, asesinada a piedrazos por tres simpatizantes de Newell’s Old Boys cuando volvía del Gigante de Arroyito en septiembre después de presenciar el clásico de la ciudad, era buscado intensamente por los investigadores, informaron hoy fuentes judiciales.
Se trata de un hombre de unos 40 años que, según los testigos del homicidio, ese día vestía un buzo negro con capucha y participó del ataque con baldosas cometido el sábado 30 de septiembre.
Por el caso está detenido el profesor de educación física Ariel Cabrera (42), quien se entregó a los 10 días del hecho y el miércoles último fue imputado por el homicidio agravado por la ley del deporte.
Mientras que el profesor de química Damián Reinfestuel (42), según declaró el fiscal de la causa, Gastón Ávila, huyó «a Bolivia a través del paso de la localidad salteña de Salvador Mazza y tiene alerta roja de Interpol».
«Reinfestuel pasó a pie la frontera con una mochila y una gorrita, según las imágenes, y hemos cursado un pedido de captura internacional a Interpol», sostuvo el funcionario judicial.
Por su parte, un taxista que estaba parado ese día por la calle Montevideo casi Ovidio Lagos vio el crimen y salió a perseguir a Reinfestuel -que vestía una remera roja- y al tercer sospechoso, quienes huyeron por Montevideo hacia el oeste y doblaron por Richeri hacia el norte.
«Vi todo el ataque a piedrazos a la chica, así que cuando estos dos se escaparon por Montevideo, salí a perseguirlos mientras llamaba al 911. Di la vuelta por (avenida) Pellegrini y tomé Riccheri y los alcancé a la altura de Zeballos, donde se separaron y seguí al de rojo», abundó el taxista en declaraciones a Canal 3.
«Cuando le dije al operador que habían atacado a la chica y que estaba con uno de los autores, me dijo que me mandaba un móvil, pero a Ovidio Lagos y Montevideo, entonces le dije que no, que lo mandara a Riccheri y Zeballos, donde estaba uno de los tipos, y me dijo que ellos sabían hacer su trabajo y me cortó, y no me atendió más, a pesar de que lo llamé otras dos veces», reveló el taxista.
En ese momento, el chofer confió que cuando lo vio «al tipo» se le puso a la par y le dijo: «Ponete contento porque la mataste».
«El tipo me miró, como sorprendido porque a lo mejor creía que no los había visto nadie, y no me dijo nada», recordó.
Marcos Cella, abogado de la familia de Ivana, dijo a Télam que «ese día del crimen, Cabrera, Reinfestuel y el tercer acusado se juntaron a comer y a ver el partido en la casa del hermano del tercer sospechoso (situada en Catamarca entre Iriondo y Cafferata), a unas 30 cuadras del lugar del crimen, y cuando terminó el partido fueron caminando hacia ese lugar, donde empezaron a tirarles piedras y baldosas a los hinchas de Central que pasaban por Ovidio Lagos».
En este sentido, Cella aseguró sobre el tercer acusado que el fiscal les «pidió prudencia porque están detrás de sus pasos».