En el Concejo Municipal se debate la creación de un dispositivo de acompañamiento para personas que recuperen su libertad tras haber estado privadas de la misma. “Es una política de seguridad que intenta bajar la tasa de reincidencia”, señaló Alejandra Gómez Sáenz, autora del proyecto que cuenta con las firmas de sus pares del bloque Frente de Todos/PJ, Norma López y Eduardo Toniolli.
“Es sumamente importante que se ponga en marcha este dispositivo porque no hay nadie que quiera trabajar con los pibes y pibas que salen de estar detenidos”, confiesa Jesús Romano, quien hace seis meses recuperó la libertad y forma parte de la cooperativa textil Ziza, la primera cooperativa de trabajo creada en contexto de encierro de Santa Fe, a través de la cual venden los productos que confeccionan los propios pibes y pibas que están o estuvieron detenidos.
“Hay un desamparo bárbaro de parte del Estado, por eso queremos crear este dispositivo, para cobijar a esas personas, darles otra visión de vida, y entendemos que eso se logra a través del trabajo”, remarca Jesús, y argumenta: “El trabajo puede parar la olla en la casa y además hace que uno no piense pavadas, mente ocupada no piensa pavadas. Por eso es urgente que esto se ponga en la agenda del Estado y que sea muy abarcativo. Ya probaron de todas las maneras posibles: más policías, más gendarmes, y el nivel de muertes no baja. La única que queda es el trabajo, hoy somos 9 laburando en la cooperativa que lo único que queremos es ver crecer a nuestros hijos y que tengan un futuro mejor”.
“Entendemos que el acompañamiento en el proceso de integración social de las personas privadas de la libertad que son liberadas tras cumplir sus condenas es una herramienta para que el ejecutivo municipal participe en la solución de una problemática que afecta profundamente a Rosario”, indicó Gómez Sáenz, autora de la iniciativa, y destacó: “El proyecto fue iniciado con la participación de muchas de esas personas que dentro de la cárcel eran acompañadas por distintas organizaciones y que al salir no cuentan con ningún apoyo, ni de la sociedad ni del Estado, por lo que el afuera les resulta una jungla imposible de poder sobrellevar en soledad”.
“Estas personas nos transmitieron lo importante que es mantener la cabeza ocupada, charlar con otros que hayan atravesado experiencias similares, sentirse alojados por equipos multidisciplinarios para sobrellevar los miedos”, señaló la concejala peronista, y concluyó: “Como sociedad debemos dejar de estigmatizar a esas personas porque las desigualdades son cada vez mayores y la integración social es fundamental para que puedan tener acceso al sistema laboral y sobre todo para que puedan construir un proyecto de vida y un futuro, junto a sus vínculos, sus amistades y sus familias”.