El presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Alejandro Vanoli, solicitará formalmente hoy información a su par de Estados Unidos, la Security Exchange Comission (SEC), para detectar “posibles maniobras especulativas con los bonos de la deuda argentina en el exterior”. Vanoli sostuvo además, en conferencia de prensa, que “el propio mercado está diciendo que no hay default”, y cuestionó el comportamiento “parcial, contradictorio y absurdo” del juez neoyorquino Thomas Griesa.
El titular de la CNV explicó que el pedido de información a la SEC se vincula con la denuncia formulada por el Ministerio de Economía, ante la operatoria de swaps de incumplimiento crediticio (CDS por su sigla en inglés). “Se buscará determinar si existió un posible conflicto de intereses y manipulación de mercado por parte de un grupo de tenedores de bonos, entre los que se encontraría la firma Elliot Management Corporation, de la cual el fondo NML Capital es parte”, precisó el funcionario.
Ese fondo, sostuvo la CNV, optó por no participar de la reestructuración de deuda y mantiene un litigio con la Argentina en los tribunales de Nueva York, y al mismo tiempo posee CDS e integra el Comité de Determinación de Créditos Derivados del Isda (Credit Derivatives Determination Commitee).
El caso, añadió el organismo nacional, “podría ser aún más grave que uno de uso de información privilegiada, porque el juez Griesa delegó en esos fondos la decisión de conceder una suspensión de la sentencia, y de este modo, si tuvieran en su poder CDS, podrían haber producido ellos mismos las condiciones del cobro”.
Los CDS son contratos entre privados negociados por fuera de un recinto bursátil, en los cuales una parte ofrece pagar el valor facial de una obligación, en caso de incumplimiento, a cambio de recibir pagos de interés en forma periódica.
Para que se dispare el cobro de los CDS es necesario que el Isda, que integra a los participantes en este mercado, determine que se produjo un evento de crédito negativo.
Vanoli recordó que “estos seguros contra default son productos tóxicos, que en 2008 llevaron a la peor crisis desde 1930, arrastraron al mayor banco de inversión de Estados Unidos y pudieron llevar a la quiebra a la mayor aseguradora, AIG, de no mediar un rescate multimillonario del gobierno de Estados Unidos”.
Por otra parte, el titular de la CNV señaló: “Las autoridades regulatorias de Francia me informaron que el fondo Elliot fue multado hace dos meses en 16 millones de euros por uso de información privilegiada en perjuicio de la empresa que administra las autopistas francesas”. Y completó: “Esto demuestra que no es una cuestión aislada con la Argentina, es una práctica en todos los países, por lo cual vamos a investigar hasta las últimas consecuencias”.
Recordó, por otra parte, que el mismo fondo Elliot tenía en 2011 una participación accionaria en la empresa Iron Mountain, que presta servicios de almacenamiento y cuyo depósito en el barrio porteño de Barracas se incendió en febrero pasado. Según información de la SEC, el fondo intentó copar el directorio ese año, envió un informe público donde cuestionaba a la empresa por tener poca rentabilidad, y propuso aumentar dividendos y honorarios de directores recortando inversiones.
En 2013 Paul Singer –titular de Elliot– logró tomar el control de la empresa e impulsó su vaciamiento y transformación, orientados a pagar menos impuestos, y se relajaron medidas de seguridad, hasta que se llegó al caso de lo que ocurrió en Barracas con la muerte de una decena de bomberos.
“Este es el capitalismo financiero depredatorio, donde hay muertes directas e indirectas”, dijo Vanoli, tras recordar que “el uso de información privilegiada es delito en la Argentina y en Estados Unidos, e implica sanciones económicas y eventualmente de carácter penal”.
Siguen negociaciones de bancos extranjeros
Las negociaciones de bancos extranjeros para comprar deuda en manos de los fondos buitre seguirán esta semana intentando sumar a grandes empresas argentinas y bancos nacionales para el plan alternativo que busca evitar que se prolongue el supuesto default de la Argentina.
Por ahora con pronóstico reservado, Citibank, HSBC, Deutsche Bank y JP Morgan esperan concretar reuniones con empresarios y entidades con la finalidad de sumar fondos para adquirir parte de la deuda en poder de los fondos buitre, que posibilite que el juez Thomas Griesa levante el embargo para pagar bonos reestructurados.
El gobierno se excluyó totalmente del posible acuerdo entre privados dado que cualquier intervención gatillaría la cláusula Rufo, que impide efectuar mejores ofertas que las de los canjes de 2005 y 2010 y que vence el 31 de diciembre próximo.
Según la agencia Noticias Argentinas, serían nuevamente contactadas esta semana las entidades argentinas que integran Adeba, que habían tenido una iniciativa similar la semana pasada, aunque en menos de 24 horas anunciaron que se habían retirado de las negociaciones con los fondos buitre.
Según trascendió, la Bolsa de Comercio, el Merval y el Banco de Valores podrían sumarse a las nuevas negociaciones para ayudar a concretar dicho acuerdo. Lo que traba la concreción del entendimiento es que no se cuenta con garantías de que los bancos podrán recuperar lo que inviertan en el pago a los fondos buitre.
Los cuatro bancos que impulsan el acuerdo se encuentran entre los diez con mayor patrimonio en el mercado local y se especula que tendrían alrededor de 70 mil millones de dólares en los bonos reestructurados.
Un acuerdo que evite el supuesto default mejora automáticamente los balances de los bancos, mientras que si persiste el default declarado por calificadoras de riesgo se verán obligados a recortar ganancias en sus balances.
En medio de la carrera contra reloj para evitar que se alargue el default, Argentina tendría una segunda sentencia en contra que favorecería a bonistas italianos que no ingresaron a los canjes de deuda de 2005 y 2010, y reclaman el pago de más de 2.800 millones de dólares.
La demanda fue presentada hace ocho años por el abogado Nicola Stock en representación de 50 mil bonistas italianos afectados por el default de 2001.
Default sí, default no
Dos nuevos pedidos para discutir si la Argentina cayó o no en default fueron presentados ayer ante la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (Isda), que aceptó las solicitudes y llamó a una nueva reunión para hoy, con lo cual demoró una decisión sobre el pago de seguros contra default.
El Comité de Determinación para América de la Isda declaró a la Argentina en cesación de pagos el viernes último y se volvió a reunir ayer en Nueva York para definir si se pagarán los denominados CDS o seguros contra default, pero todo pasó para hoy. La Isda citó en su sitio web que el levantamiento del stay (medida cautelar) por parte del juez de Nueva York Thomas Griesa “imposibilitó el pago del vencimiento” de los bonos Discount, para los que la Argentina había depositado 539 millones de dólares.