Un nuevo intento por encontrar los restos de Paula Perassi, la mujer que está desaparecida desde septiembre de 2011, tiene lugar desde la mañana de este lunes en el cementerio de San Lorenzo. Las excavaciones fueron solicitadas por los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra luego de una información que llegó a sus despechos.
La tarea está en manos del Equipo Argentino de Antropología Forense que trabaja en el lugar con custodia de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) de Santa Fe.
La investigación judicial sobre la desaparición y muerte de Paula tuvo fallos contrapuestos. En mayo de 2019 se dictó una sentencia de primera instancia donde Gabriel Strumia, quien era amante de Paula y se presume que ella estaba embarazada de esa relación, fue absuelto junto al resto de los imputados: su esposa Roxana Michl, la presunta abortera Mirta Rusñisky, el empleado de Strumia Antonio Díaz y los policías Daniel Puyol (ex jefe de Cuerpos de San Lorenzo), Jorge Krenz, Gabriel Godoy, María José Galtelli y Aldo Gómez.
Esa resolución fue recurrida y la Cámara de Apelaciones revirtió la decisión. Condenó a 17 años y 6 meses de prisión a Gabriel Strumia y a 6 años y 6 meses a su esposa Michl. La mujer cumplió los dos tercios de la pena encarcelada y hace poco más de un año recuperó la libertad. En tanto Nicolás, el hijo del matrimonio condenado, fue imputado este mes en los Tribunales provinciales de San Lorenzo por haber introducido una prueba falsa en 2019 para beneficiar a sus padres cuando eran investigados. Lo acusaron de presentar un video “editado” para consolidar la coartada de que al momento que desapareció Paula sus padres realizaban refacciones en la pileta de su casa.
Por ese delito, el joven aguarda en libertad ser juzgado luego de que la fiscal de San Lorenzo Melisa Serena le dictara reglas de conducta por el plazo de 70 días.
Caso Perassi: imputan al hijo de Gabriel Strumia por falsificar prueba para beneficiar a sus padres
Paula Perassi tenía 36 años cuando fue vista por última vez el 18 de septiembre de 2011, luego de salir de su casa de San Lorenzo tras recibir un llamado telefónico.
La mujer vivía con su esposo y sus dos hijos y, según la investigación, mantenía una relación extramatrimonial con Strumia.
La teoría del caso de la Fiscalía es que la mujer quedó embarazada y fue obligada por su amante y la esposa de éste, Michl, a realizarse un aborto, práctica en la que habría muerto.