“Ni el miedo nos hace perder las esperanzas de encontrarte. Movemos cielo y tierra, contra viento y marea. Sólo le pido a Dios que estés bien. Aparecé que estamos todos desesperados por encontrarte Chino”. El texto es uno de los tantos que Vanesa publica en su cuenta de Facebook junto a la foto de Nahuel Fernández, su hermano de 26 años. El muchacho desapareció el domingo a la tarde luego de salir de la casa de su mamá, en el barrio 7 de Septiembre, rumbo a la de su novia, en Funes. Nunca llegó. La denuncia la radicaron esa misma noche en la comisaría 17° y el lunes a la mañana en Fiscalía. Pero nada de eso les devolvió tranquilidad.
Según contó Vanesa al El Ciudadano, recién este miércoles los investigadores le pidieron el número telefónico de su hermano y la novia. Tampoco hicieron relevamiento de cámaras en la zona donde desapareció el domingo a la tarde. “La última actividad de su Whatsapp es a las 17.38. Y la última persona que vio a Nahuel es un vecino que lo saludó cuando iba a tomarse el colectivo. Siempre se tomaba el 115. Su novia avisó que no había llegado a Funes. Desde entonces estamos desesperados porque nunca hace esto, siempre del trabajo a la casa de mamá, o a la de su novia”, dijo la joven.
El miedo al que hace referencia Vanesa en las publicaciones de Facebook es comprensible. En abril pasado, sus dos hermanos mayores fueron asesinados en un triple crimen con tinte mafioso en la vecina localidad de Granadero Baigorria. Ambos tenían causas penales en las que se los vinculaba a la banda Los Monos, a diferencia de Nahuel, quien según Vanesa es laburante como el resto de la familia.
“Nahuel no tiene relación con ese episodio. Trabaja de noche en una panadería. Ahí lo fuimos a buscar dos o tres veces. El dueño tampoco sabía nada. Es un chico trabajador, que no tiene problemas con nadie. Es muy reservado, no habla más que de cosas de la familia con nosotros. Pero no tiene nada que ver con todo eso”, aclaró su hermana para reiterar que los únicos dos integrantes de la familia que tenían vínculos “con esa gente desgraciadamente ya no están”.
En relación a la causa que investiga el triple homicidio explicó que ni ella ni nadie de la familia sabe nada ni tiene contacto con los investigadores: “No sabemos nada. Y tampoco queremos saber. Si nos ponemos a investigar esto sigue. Y queremos preservar nuestra familia. Nosotros no estamos vinculados a esa gente. Tampoco tenemos plata. Somos gente pobre pero trabajadora. Somos todos legales y no necesitamos salir a robar”.
La joven continuó: “Lo único que queremos es que aparezca Nahuel vivo. Y que los medios aclaren que él no tiene nada que ver con todo eso. Cuando buscaban a uno de mis otros hermanos lo involucraron a él en una causa pero la misma Justicia le dictó falta de mérito, porque es un chico trabajador que no se mete con nadie”.
En busca de cualquier noticia que apague el miedo a lo peor, Vanesa describió a su hermano y pidió que se publique su foto: “Mide 1,70 metro, tiene tez blanca, pelo corto y es algo rellenito. Ahora debe tener un poco de barbita”.
Según indicó, luego de la denuncia de búsqueda de paradero los fiscales “no hicieron nada. Pretenden que nos quedemos sentados y esperando. Pero no podemos”, dijo Vanesa que durante toda la tarde de ayer continuó subiendo fotos del Chino Fernández en su Facebook con textos conmovedores: “Hacemos todo para encontrarte hermano, tenés toda la familia y amigos detrás, buscándote. Aparecé Chino que no aguantamos tanto dolor”, “Te seguimos buscando, movemos cielo y tierra para encontrarte, no perdemos la fe”; “Estamos todos destruidos, dónde estás?”.
El pasado 16 de abril, tres hombres fueron acribillados con más de 30 balazos en Granadero Baigorria. Gerardo “Abuelo” Abregú iba al volante de un Chevrolet Corsa que apenas estacionó fue acribillado, antes que baje del auto. Lo acompañaba José Horacio Fernández, alias Grasita de 33 años, y su hermano menor Ezequiel, de 28 y conocido como “Parásito”, quien tenía una captura por un secuestro extorsivo que según una investigación judicial ordenó “Guille” Cantero, jefe de Los Monos, desde la cárcel. Los tres murieron en el acto.