El titular de Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, aseguró que desde el “Gobierno buscan agitar fantasmas de manera irresponsable”, cuando “la realidad es que no es posible que falte pan ni harina en la mesa de los argentinos”.
Mediante una campaña publicitaria, que incluye afiches y spots televisivos, la Mesa de Enlace pretende explicar a la sociedad por qué está cada vez más caro el pan.
Buzzi explicó: “Estamos intentando difundir a la sociedad esta realidad, y demostrarle que de los ocho pesos que pagamos como consumidores por kilo de pan, los productores sólo recibimos 80 centavos, por lo que hay un puñado de amigos del poder que están ganando, mientras que ni los consumidores ni los productores vemos ningún tipo de beneficio”.
El dirigente recorrió en la víspera distintas localidades de las zonas productivas de la provincia de Buenos Aires y hoy participó junto con sus pares de la Mesa de Enlace de un acto en Bahía Blanca, en el corazón triguero bonaerense.
“Hemos montado estos escenarios para hablarle al país, a la sociedad argentina; porque mientras desde el gobierno buscan agitar fantasmas de manera irresponsable, intentando instalar el miedo ante la falta de pan, nosotros queremos afirmar: no hay posibilidad de que falte este producto, ni la harina en la mesa de los argentinos”, dijo el titular de la federación.
Además, señaló que “es imprescindible avanzar hacia un nuevo ente de comercialización, con un criterio diferente, para defender los intereses soberanos de nuestra Nación, que permita limitar tanto las posiciones dominantes como las intervenciones distorsivas”. “De una vez por todas, hay que gobernar en beneficio de la mayoría” remarcó.
Aclaró que “para ser progresista, este gobierno debe definir de una vez al pequeño y mediano productor triguero como sujeto prioritario de las políticas, así como también avanzar en una segmentación que permita tratar diferente a los que son distintos”.
Finalmente, la FAA confirmó que realizará el viernes 21 durante la mañana un nuevo tractorazo frente a la puerta de Cargill en el sur de Rosario “para denunciar a los que ganan”.
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