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Cachito Pérez no pudo

El japonés Takashi Uchiyama retuvo la corona superpluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

Cierre de año con tristeza para el boxeo argentino. En 48 horas, dos esperanzas nacionales quedaron disueltas en la realidad. En Tokio, Japón, primero fue el turno de Omar Andrés Narváez, perdiendo categóricamente el título mundial supermosca OMB ante el imbatido Naoya Inoue, y luego el que cayó fue Israel Cachito Pérez.

Pérez fue en busca de la corona superpluma AMB, que defendió con éxito por novena vez el japonés Takashi Uchiyama con un determinante nocaut técnico en la novena vuelta.

Israel Pérez, de larga trayectoria en el boxeo, llegó a esta crucial instancia en su carrera a los 35 años. Un verdadero trotamundos, con una sólida campaña. Como amateur, brilló en el inolvidable equipo del cubano Sarbelio Fuentes, entrenador que hace más de 20 años le dio un gran impulso al boxeo nacional.

De ese equipo argentino salieron muchachos de la talla de Mariano Carreras, Omar Narváez, Pablo Chacón, Hugo Garay, Jorge Rodrigo Barrios (todos campeones mundiales); Víctor Castro Walter Crucce, entre otros.

Cachito Pérez fue representante olímpico en Sydney 2000, medalla de oro en Juegos Panamericanos y destacado referente en diferentes certámenes internacionales. Es decir, llegó a esta chance mundialista, con sobrados antecedentes. Sabiendo también que esta oportunidad era la última en su vida deportiva.

El campeón, también de 35 años, reaparecía luego de un año de inactividad. Su último combate fue el 31 de diciembre de 2013, defendiendo con éxito el titulo, ante el japonés Daiki Kaneko.

El triunfo de Uchiyama se asentó en una efectiva presentación, con argumentos sólidos y firmes. El japonés manejó la pelea con criterio y tranquilidad desde la campana inicial. Acumuló ventajas en todos los rounds de pelea. Con una izquierda punzante, penetrante, en jab, fue abriendo la guardia de Pérez, para descargar toda su amplia batería de golpes.

Llegó con justeza al cuerpo del argentino, quitándole movilidad progresivamente. Estableció la línea de combate en la media distancia, sitio de preferencia para su plan de lucha. El dominio del campeón fue de menor a mayor. Desgastando, demoliendo, física y síquicamente al argentino. La buena preparación, el coraje, el amor propio de Pérez fueron insuficientes ante la supremacía técnica y potencia de Uchiyama.

La victoria del campeón mundial nunca estuvo en peligro. La fue edificando golpe a golpe con milimétrica precisión. Sereno y efectivo a la hora de sumar diferencias, Takashi Uchiyama jamás perdió la línea, la concentración y el plan estratégico armado. La novena vuelta, la que marcó el final, presentó a Uchiyama decidido a agregarle a todo lo hecho, mayores combinaciones de golpes y una continuidad ofensiva arrolladora.

Fue demasiado para Israel Pérez, quien sólo atinó a defenderse y salir de situaciones peligrosas de la mejor manera. Antes de comenzar el décimo capítulo, el rincón del argentino, con muy buen criterio, decidió no seguir. Nocaut técnico y final. El japonés Takashi Uchiyama retuvo el cinturón mundial superpluma AMB.

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