Manuel Parola
El sismo devaluatorio de esta semana marcó un nuevo mojón en la desaparición de los alquileres en el mercado inmobiliario de Rosario. Cada vez menos departamentos y viviendas son colocadas en el mercado, lo que hace el conseguir un lugar para vivir una auténtica odisea. Desde el Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir) admitieron que es un proceso gradual que lleva varios meses y que las situaciones de turbulencia cambiaria y económica generan incertidumbre.
“Es un momento difícil para buscar un lugar para vivir, y la gente que busca un alquiler, ya no alquila cerca del trabajo o de la escuela de los chicos como normalmente se hace, sino que alquila lo que encuentra”, describió Andrés Gariboldi, presidente del Cocir, en diálogo con El Ciudadano.
Actualmente, el colegio informa de 680 ofertas de viviendas en alquiler en la ciudad, una cantidad históricamente baja: “La desaparición de inmuebles en el mercado no es de hoy, sino que viene de hace varios meses en forma gradual y paulatina. Muchos inmuebles que teníamos en el mercado de alquiler fueron desapareciendo y yendo al mercado locativo”.
Gariboldi señaló dos factores fundamentales que impulsan esta situación: el primero es que gran parte de los propietarios consideran que hacer un contrato por el término de tres años, en una coyuntura inflacionaria y de frecuente fluctuación del valor del dólar como que tiene Argentina es un plazo muy largo. En segundo lugar, tanto locadores como corredores apuntan contra el plazo de actualización de la ley de alquileres sancionada en 2020: “La ley plantea una sola actualización anual. No hay ni un solo producto o servicio en la República Argentina que se actualice de esa forma, y menos con una inflación que está oscilando en el seis o siete por ciento mensual o 140 por ciento anual”, dijo el corredor, y sentenció: “Estos son los dos aspectos fundamentales que hacen que aquellos que habían invertido en algún momento para poner un alquiler hoy tome la decisión de venderlo y salir del mercado de alquileres”.
“La gente hoy no encuentra lugares donde ir a vivir. Ese es el contexto que estamos viviendo. Creemos que un Estado inteligente lo que hace es aumentar la oferta y acá las medidas que se han tomado han sido todo lo contrario”, dijo el titular del Cocir.
En los próximos días, el congreso comenzará el tratamiento de una posible reforma de la ley de Alquileres, Gariboldi señala que si bien la abrupta devaluación determinada por el gobierno nacional no hizo caer operaciones, la situación paraliza el mercado inmobiliario: “Estamos en una semana de turbulencias, en una coyuntura post elecciones primarias y que hacen que la gente se quede un poco expectante y esperando a ver qué es lo que pasa para tomar una resolución. Aquel que tenía previsto comprar un inmueble ya estaba dolarizado y, en función de eso, tenía los dólares para comprar”.
“Es un momento de incertidumbre. La gente está tomando recaudo diciendo que va a esperar una semanita, 10 días o 15 días a que calme un poco el panorama y después toma de decisión sobre una posible operación de compra o de alquiler”, observó Gariboldi, y agregó: “Con cualquier tormenta de esta magnitud como la que se produjo a partir del día lunes, todo el mundo espera que aclare un poquito el panorama para para poder cerrar cualquier cosa”.
Los corredores inmobiliarios ganan de las comisiones de sus operaciones, las cuales están dolarizadas. No obstante, el escenario de corrida bancaria que se originó el lunes por la tarde genera una parálisis del mercado cambiario, dado que los compradores quedan expectantes hasta una situación de claridad: “La gente demora unos días en tomar la decisión. Con los mercados, el valor del dólar y una economía un poco más estables, el mercado inmobiliario siempre es un mercado atractivo, que produce inversiones conservadoras, traducen tranquilidad”.
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