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Cada vez más artistas piden permiso para actuar en la calle

El área que da las habilitaciones registró un aumento del 50% en la demanda y lo atribuye a la crisis económica.

En los dos últimos años el número de artistas callejeros que solicitó permiso para actuar en espacios públicos de Rosario creció en un 50 por ciento. Si en 2015 fueron 400 los músicos, bailarines, actores y artistas visuales habilitados para dar espectáculos a la gorra en las peatonales, los parques y las plazas de la cuidad, en lo que va de 2017 la cifra trepó a el 600. El aumento fue registrado por Área de Cultura del Distrito Centro, donde se gestiona la habilitación. Según su coordinador, Diego Mosset, la demanda tiene como trasfondo la crisis económica nacional: “Atribuimos este fenómeno a las políticas neoliberales que devastan a los sectores artísticos”. Igual para los artistas callejeros, la crisis se siente en la gorra. “Cuando hace tres años empecé a tocar podía llegar a ganar 300 pesos por día, pero el año pasado cayó a la mitad. La gente, por más que quiera pagar el espectáculo, no tiene con qué”, contó María Elisa, una violinista de 25 años.

Padrón de artistas

En el 2000, el Concejo Municipal de Rosario sancionó la Ordenanza 7026 que tenía como objetivo programar y regular los espectáculos en los espacios públicos de Rosario. La norma establece que cualquier artista que quiera actuar en la calle debe solicitar un permiso que dura dos meses en el Área de Cultura del Distrito Centro. El trámite demora entre siete y diez días y establece horarios y lugares para tocar. Los espacios habilitados para actuar son las dos peatonales (Córdoba y San Martín), los parques y las plazas, con la excepción de la San Martín y la 25 de Mayo. También queda afuera el tramo de bulevar Oroño que va desde la avenida Pellegrini hasta el río.

En 2009, el área a cargo de estas habilitaciones empezó a tener un padrón con todos los artistas que solicitan el permiso. Si bien el registro fue creciendo año a año, a los funcionarios del área les llamó la atención que entre 2015 y 2017 aumentó en un 50 por ciento la demanda de habilitaciones. En menos de dos años, los artistas habilitados pasaron de ser casi 400 a poco más de 600.

Según el coordinador general del Área de Cultura del Distrito Centro, Diego Mosset, el aumento tiene como telón de fondo las políticas económicas del gobierno de Cambiemos, que llevan a muchos artistas a buscar alternativas laborales en los espacios públicos. “Tenemos un 50 por ciento más de pedidos que hace dos años, cuando asume el nuevo gobierno y lo atribuimos directamente a las políticas neoliberales que se vienen dando a nivel nacional que devastan a los sectores artísticos”, explicó.

Menos plata en la gorra

Del otro lado de la vereda, los músicos opinaron en la misma dirección. María Elisa tiene 25 años y es violinista y profesora de música. En 2014, empezó a tocar con una amiga chelista en las peatonales. “Apenas arrancamos no éramos muchos. Me acuerdo de ir caminando por la peatonal y había uno o dos músicos fijos. Después, se te acercaban artistas a preguntar y a informarse”, contó y agregó: “Cuando vos caminás por un lugar donde hay muchos músicos tocando, te dan ganas de saber cómo se puede hacer. Así fue creciendo el número, siempre de forma superordenada porque hay como una convención entre los artistas”.

María Elisa contó que en los primeros años vivía de los espectáculos a la gorra. “Apenas arrancamos nos iba muy bien. En 2014, llegábamos a sacar 300 pesos por día cada una. Pero en 2016 la caída fue violenta. La última vez que toqué, a mediados de 2016, gané la mitad”, explicó. El año pasado, la joven música consiguió un trabajo como docente y dejó la gorra: “Cuando hay crisis  tocar en la peatonal es más por vocación que otra cosa. En la calle convivís con todo el entorno. Si la gente está en crisis, eso se nota enseguida en el volumen de ingreso del músico. Yo dejé de tocar porque conseguí un trabajo dando clases que me gustaba y me convenía. No es la suerte que tiene todo el mundo. Para los que siguen, la situación económica es difícil”.

Marcelo Moyano toca la guitarra en la peatonal hace 13 años y vio pasar más de una etapa de crecimiento y de crisis. Para él, en los últimos años creció mucho el número de artistas que actúan en la peatonal. “Es una salida alternativa que te puede abrir otras puertas. A mí ser músico callejero me dio mucho. La gente me reconoce por mi trabajo en la calle, pude grabar un disco y hasta hicimos un documental con otros artistas”.

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