El número de jóvenes haitianos que eligen Rosario para estudiar en las universidades se incrementa año a año. Si bien la educación pública y gratuita son factores que influyen en la elección, la excelencia académica de la UNR parece ser el agente determinante. Según Javier Varela, a cargo de la Secretaría de Relaciones Internacionales de la UNR, actualmente hay 169 haitianos que estudian en universidades públicas de la ciudad. La carrera más elegida por los estudiantes caribeños es la de Medicina. Pese a lo que muchos piensan, los haitianos que vienen a Argentina son de clase media y eligen el país por el nivel académico de las universidades públicas.
“En 2008 llegó el primer contingente de 41 chicos que fueron víctimas de una estafa, razón por la cual disminuyó la cantidad de jóvenes que vinieron al año siguiente. Pese a esto, en 2009 se incrementó el número de haitianos y desde ese entonces no dejó de crecer”, detalló Varela. Y agregó: “En 2010 llegaron 38, 47 en el 2011 y 35 en lo que va de este año. La tendencia es que año a año se va incrementando el número de los que eligen estudiar en Rosario”.
Del total de haitianos que cursan en universidades públicas de la ciudad, el 70 por ciento está en la facultad de Ciencias Médicas. Le sigue la facultad de Relaciones Internacionales y Ciencia Política con un 16 por ciento y Ciencias Económicas con un 4 por ciento. El 10 por ciento restante se completa con Psicología, Arquitectura, Biotecnología, Ingeniería y Agronomía.
Migración
“Los haitianos eligen venir al país porque la legislación migratoria argentina es muy benigna. El tema de la gratuidad de la enseñanza, el nivel académico, las posibilidades de integración son puntos que influyen mucho. Además, es importante el hecho de que la educación acá está tomada como un derecho y no como un plan de cambio”, afirmó Varela. Entre las razones por las cuales eligen la ciudad, el directivo señaló que “muchos se vienen de Buenos Aires porque no les gusta mucho. Rosario tiene una medida justa, es una ciudad manejable y bastante amigable”.
Pese a lo que muchos piensan, los jóvenes que están estudiando en la ciudad pertenecen a una clase media o alta que les permite afrontar los gastos de vivir en un país extranjero. No existe ningún acuerdo ni convenio entre la UNR y Haití que favorezca a estos estudiantes, por lo que la mayoría de los haitianos que estudian acá trabajan y algunos reciben ayuda de sus familiares. “Tienen los mismos derechos que cualquiera, pero no se les brinda comida ni vivienda. Pueden tener alguna que otra beca, como cualquier otro estudiante de la UNR”, indicó Varela.
Respecto a la adaptación de los jóvenes al nuevo entorno, Varela afirmó que “los chicos haitianos se integran bastante bien a la facultad, pero les cuesta un poco adaptarse al idioma y las costumbres de acá”.
Las ciudades más elegidas
Según informaron desde la embajada de Haití en Argentina, actualmente hay 663 haitianos que viven en el país, principalmente en Buenos Aires, Resistencia y Rosario. “La mayoría de ellos son estudiantes y llegaron después del terremoto de 2010, ya que muchas universidades quedaron destruidas”, indicó el Consejero de la embajada Jeançois Joseph.
En Rosario, si bien no hay una cifra exacta de los que viven actualmente en la ciudad, se sabe que hay 169 que estudian en la UNR.
El fútbol, la comida y la UNR como atractivos
La historia de Yveca
Yveca Jean tiene 23 años y llegó a Resistencia hace tres años porque le prometieron casa, comida y estudio a cambio de 5 mil dólares, pero fue estafada. A los pocos meses se mudó a Rosario, ciudad donde actualmente vive, estudia y trabaja. “Elegí venir a la Argentina porque en el fútbol siempre hinchaba por este país y además, me gusta mucho Messi. Mi problema no era el dinero, yo podía pagar una universidad privada, pero quería viajar y decidí venir acá”, contó Yveca a El Ciudadano.
En Haití, son pocos los que tienen oportunidad de estudiar en universidades públicas, ya que sólo hay dos en todo el país. Si bien hay muchas facultades privadas, no todos tienen la posibilidad de pagarla. “Estudiar allá se complica mucho, es difícil ingresar a la universidad pública. Esa es una de las razones por las cuales los haitianos deciden venir para acá”, afirmó.
Si bien asegura que el castellano en un principio fue una traba para estudiar, hoy se la nota segura y no parece tener dificultades para expresarse en un idioma extranjero. “Los cursos de castellano son muy caros, así que me las arreglé sola”, afirmó.
Respecto a las razones por las cuales eligió Rosario para vivir, argumentó que “se trata de una ciudad mucho más tranquila que Buenos Aires”. Pese a que aseguró sentirse cómoda en un país extranjero, lamentó que “la gente sea tan prejuiciosa”. “En el trabajo y en la facultad estoy bien, pero en la calle algunas veces me han gritado cosas feas”, recordó.
Actualmente, Yveca está cursando el tercer año de la carrera de Medicina y trabaja en el Showcase para poder pagar sus gastos, aunque mensualmente recibe una buena ayuda de sus padres que viven en Haití. “Mi idea es terminar la carrera y volver a mi país. Por lo general, todos los que vinimos acá queremos recibirnos y volver allá a ayudar”, concluyó.
La historia de Maxonley Petit
“Elegí venir a Argentina por varias razones. En primer lugar porque tenía el sueño de viajar, de conocer otra gente y otra cultura. En segundo lugar, porque me gusta mucho el fútbol y en mi país tenemos la idea de que todos los argentinos nacen con el talento de saber jugar a la pelota. Y la otra razón, una de las más importantes, es que las universidades de acá tienen mayor prestigio que las de Haití”, contó Maxonley Petit, un haitiano de 23 años que vive en Rosario hace dos años y actualmente está cursando segundo año de Medicina en la UNR.
Según contó a este diario, para afrontar los gastos de vivir en Argentina recibe una ayuda mensual de sus padres que le alcanza para mantenerse, aunque asegura que está buscando trabajo para pagarse algunos gastos.
Respecto al idioma, recordó que tuvo que aprender solo. “Cuando uno está en la obligación de hacer algo, lo hace. Tuve que aprender a hablarlo yo solo al idioma. Al principio fue difícil, pero ahora ya me adapté”, manifestó.
Maxonley Petit manifestó que en ese tiempo se encariñó con la gente de la ciudad y algunas costumbres, aunque expresó que vivir lejos de la familia y de su país “no es fácil”. “De las cosas que tiene Argentina me llama la atención la comida de acá, me gusta mucho la milanesa. También me gusta la gente, tengo muy buenos amigos de la facultad, pero nosotros tenemos muchas cosas que acá no hay. Allá somos una isla rodeada de mar y el clima es distinto”, agregó.
El haitiano tabién se refirió a su futuro y manifestó que al finalizar la carrera volverá a su país porque “allá necesitan ayuda”. Sin embargo, cerró su relato con unas palabras de agradecimiento por la experiencia que está viviendo en el país: “A Argentina le debemos todo. Por darnos una oportunidad para estudiar y por adoptarnos como un hijo más”.