“El crimen de Héctor está relacionado con el de Pablo, mi hijo. Ahora me contaron que, por todos lados (por las redes sociales y a los familiares), andan diciendo que vienen por mí y por el hijo que me quedó. Pido justicia por los dos, pero lo que más importa es que me den seguridad, no tanto para mí sino para el más chiquito. No quiero que me lo maten”, fueron las palabras de Lidia, quien en diálogo con El Ciudadano se refirió al crimen de su esposo, ocurrido anteanoche cuando dos hombres en moto lo acribillaron e hirieron a su hijo adolescente en la puerta de su casa de Riccheri al 500, en la vecina localidad de Fray Luis Beltrán. Hace 17 meses la familia de Mostacha, como le decían al hombre asesinado anteanoche, perdía a Pablo en la misma cuadra y también a manos de dos hombres en moto. Para los allegados, los dos ataques fatales y las amenazas están relacionados con la absolución que recibió Mostacha y la prisión domiciliaria de Pablo cuando se vieron involucrados en el crimen de Sergio Oscar “Muslito” González, ocurrido en febrero de 2012, en barrio Copello de Capitán Bermúdez.
Héctor Ramón Rodríguez tenía 49 años y le decían Mostacha. Anteanoche estaba con su hijo de 15 años en la puerta de su casa de Riccheri al 500, de la vecina localidad del cordón industrial. Unos minutos después de las 20 dos hombres en moto pararon casi frente a Mostacha, desenfundaron sus armas y abrieron fuego. El hombre recibió múltiples impactos y falleció casi en el acto. A su hijo lo llevaron al hospital Granaderos a Caballo de San Lorenzo por un disparo en la pierna, describieron fuentes judiciales.
Los pesquisas añadieron que se recolectaron vainas calibre 9 milímetros y que los testimonios describen que los atacantes dispararon al menos media docena de veces contra padre e hijo. Voceros judiciales indicaron que, al cierre de esta edición, se desarrollaban medidas para dar con los autores, los cuales todavía no habían sido identificados. El caso quedó a cargo del fiscal Juan Carlos Ledesma, con colaboración del personal de la comisaría 4ª de la XVII de San Lorenzo.
Amenazaron a su otro hijo
El crimen de Mostacha fue anteanoche y ayer a las 19 su esposa Lidia se preparaba para ir al velorio. “Me avisaron que están trayendo el cuerpo. A mi hijo más chico también le dispararon en una pierna y tenía que quedarse un poco más en el hospital, pero pidió el alta porque quería despedir a su papá”, le dijo Lidia a El Ciudadano. Para la mujer no son autores ignorados y sabe que el ataque contra Mostacha está relacionado con el crimen de su otro hijo hace poco más de un año. “Fue por el problema en barrio Copello –en referencia al crimen de Muslito em 2012–. Salió en libertad en septiembre de 2015, pero hace 5 años que me amenazan”, repitió con voz triste, pero firme, la mamá.
El asesinato de Pablo
El 1º de diciembre de 2015, Pablo Alvarado, de 19 años e hijastro de Mostacha, fue ejecutado de ocho disparos a plena luz del día y a la vista de los vecinos, quienes presenciaron cómo dos hombres con casco a bordo de una moto le cortaron el paso a unos metros de su casa de Riccheri al 500. Eran las 15.30 cuando el joven de 19 años adivinó la jugada y corrió a la casa del vecino, le golpeó la ventana y se escondió en una de las habitaciones. Gabriel G., de 32 años, se levantó sobresaltado de la siesta no por el golpe en la ventana, sino por las detonaciones. En segundos, vio a Pablo correr por su casa. El extraño lo persiguió hasta el interior de la vivienda y le descerrajó ocho tiros con una pistola 9 milímetros. Una vez cumplido el objetivo, el homicida se reunió con su cómplice y huyeron.
La víctima fue llevada en un patrullero al centro de salud Juan Bautista Cairo, donde a los pocos minutos falleció. Las vainas recolectadas fueron del mismo calibre que las que los policías juntaron al lado del cuerpo de su padrastro: calibre 9 milímetros.
Barrio Copello
Ese día, los rumores fueron los mismos que por el crimen de su padrastro: los atacantes son oriundos de barrio Copello de Capitán Bermúdez. De esa ciudad eran oriundos Pablo y Mostacha, quien por ese tiempo contaba con prisión domiciliaria dispuesta por el juez de Menores de San Lorenzo por encontrarlo responsable del homicidio de Muslito González. En dicha oportunidad, los pesquisas explicaron que Muslito era pariente cercano del Gordo Brian, detenido por el asesinato de la promotora Analía Rivero, ocurrido en noviembre de 2015 frente al boliche bermudense Stone. Además, al Gordo Brian y algunos de sus familiares se les formó una causa por tráfico de estupefacientes y estuvo sospechado por el ataque a balazos que sufrió la casa del gobernador Antonio Bonfatti.
Muslito y Mostacha
El 27 de febrero de 2012, Muslito estaba en un quiosco de barrio Copello y se encontró con Mostacha y su hijastro Pablo, entonces de 17 años. Hubo un cruce de palabras entre los hombres al que le siguieron algunos forcejeos. La Justicia determinó que Pablo entró en escena, le propinó el primer puntazo a Muslito por la espalda y su padrastro terminó la tarea.
Por el crimen, Mostacha fue condenado a 10 años de prisión. Sin embargo, la condena fue revisada por la Cámara de Apelaciones y el tribunal dictaminó absolverlo por el beneficio de la duda. Es que la evidencia determinó que el puntazo fatal lo propinó una mano diestra, justo la que le faltaba a Mostacha, también conocido como Manco. Así las cosas, el 5 de enero de 2015, Pablo fue detenido por orden del juez de Menores 12ª, quien lo encontró responsable y resolvió que quedara en prisión domiciliaria hasta diciembre de ese año, cuando lo mataron.