Cadetes reclamaron seguridad a través de una movilización por el centro de Rosario. Participaron este miércoles de una estruendosa caravana desde la sede de Gobernación, pasando por la Municipalidad y el Concejo Municipal, tras el violento robo que sufrió un repartidor el pasado viernes en Zeballos y Crespo.
Los repartidores se convocaron en la plaza San Martín, frente a Gobernación. A Sebastián, un cadete de Pedidos Ya, lo balearon en la pierna para robarle la moto y el teléfono celular. «Las calles de la ciudad después de las 21 horas son tierra de nadie. Hay lugares muy oscuros por donde no pasa nadie y nosotros trabajamos hasta la 1 de la madrugada”, manifestó Brandon Catalano, referente de los trabajadores del sector.
Un grupo de repartidores participaron de una reunión en Gobernación con funcionarios del Ministerio de Seguridad. Y luego el subsecretario de Investigación Criminal, Andrés Rolandelli, salió a dialogar con los cadetes que se manifestaban en Santa Fe y Moreno.
«Tenemos un grupo de Alerta Repartidores, donde alertamos de la gente que roba. Pero nunca pasó un asalto así, con este grado de violencia, de un disparo sin mediar palabras”, lamentó Catalano. E insistió en pedir mayor seguridad por parte de todos los niveles del Estado. «En bulevar Oroño hay tres gendarmes por cuadra», cuestionó.
Cadetes reconocieron que no es la primera vez que atacan a repartidores en la zona en donde le dispararon a Sebastián. “Vivo para contarla. El Comando Radioeléctrico llegó rapidísimo. Y si no actuaban los vecinos y los médicos a tiempo, el disparo podría haberme matado», expresó Sebastián mientras transita el postoperatorio tras haber sido baleado en la pierna.
