Los trabajadores del sector de cadetería de Rosario aseguran que «un 99 por ciento del sector está precarizado». Así los aseguró Nicolás Martínez, secretario general del gremio, quien sentenció que pese a que los delivery fueron considerados esenciales en Argentina desde el primer día de la pandemia de coronavirus «nunca hubo avances en materia de derechos».
«En la ciudad somos más de diez mil cadetes, todos trabajando de forma irregular. Queremos ser reconocidos como cualquier trabajador con sueldo fijo, ART, vacaciones y aguinaldo», detalló Martínez, y agregó que son unos pocos empleados los que trabajan en relación de dependencia con todos los papeles al día: «Muchos son monotributistas y la mayoría trabaja en negro».
El gremialista remarcó que el propio presidente Alberto Fernández reconoció a este grupo de trabajadores como «estratégico» desde el primer día de restricciones por el brote de Covid-19, aunque —dijo— el sector sigue sin ser escuchado en sus reclamos. «Somos esenciales para trabajar pero se ve que para los derechos no», sentenció.
«Durante toda la pandemia trabajamos llevando comida, medicamentos y compras a la gente en situación de riesgo», recordó, y contó que aunque mantuvieron reuniones con el Ministerio de Trabajo «nunca hubo avances en materia de derechos».
Para Martínez, la situación dejó demostrado que «la ciudad no funcionaría sin los cadetes. Pero seguimos sin ser reconocidos».
«Ni siquiera nos dieron un barbijo y desde el gremio tuvimos que autogestionar tapabocas y alcohol. El Estado no nos dio nada», denunció, y añadió que tampoco fueron seleccionados como preferenciales para recibir la vacuna contra el coronavirus, a pesar del insistente reclamo. «Queremos que nos empiecen a tener en cuenta porque somos un sector muy grande», sostuvo.
En este sector también se encuentran los trabajadores de las aplicaciones de cadetería como Globo, Rappi y Pedidos Ya. «Quienes están en las apps están en peores condiciones porque no saben quién es su patrón. El compañero que trabaja en una pizzería sabe dónde golpear la puerta, pero en estas empresas no y eso profundiza la precarización», indicó el secretario general del gremio de Cadetes.
Recordó que la ordenanza local Nº7.042, que regula la actividad, señala que las cadeterías tienen que tener un lugar físico para operar. «Se lograron fallos favorables de la Justicia, pero luego llegó la apelación y la causa quedó dormida», dijo.
«Seguiremos en pie de lucha hasta regularizar estas situaciones», afirmó Martinez, y completó: «No descartamos un corte de crédito laboral. Vamos a volver a salir a la calle. Hoy estamos más fuertes porque durante la pandemia nos organizamos más y no dejamos la lucha de lado, sino que la retomamos con más fuerza».