Un policía provincial fue indagado anteayer por la Justicia federal en una causa en la que se investiga el comercio de estupefacientes agravado por la intervención de tres o más personas de forma organizada. El uniformado ya había sido demorado a finales de abril pasado en los 15 allanamientos que pidió la Fiscalía federal para dar con una banda narcocriminal mixta que operaba desde la casa del líder, ubicada en la zona oeste. En esos operativos, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) había atrapado a siete personas y un mes después el magistrado Marcelo Bailaque procesó por este delito a tres civiles y dos uniformados.
La investigación sobre la banda de policías y civiles comenzó a mediados de 2014 y estuvo a cargo del fiscal federal Santiago Maquevich. La causa surgió tras escuchas telefónicas en las que el líder le explicaba a un uniformado que no le daría dinero porque ya tenía arreglos con otros policías y mencionaba distintas reparticiones.
Tras dos años de pesquisa, el 27 de abril pasado se realizaron 15 allanamientos simultáneos a cargo de la PSA. Los operativos dejaron siete detenidos, entre ellos cinco policías de los cuales tres habían pertenecido a la ex Dirección General de Drogas Peligrosas (Digedrop).
Procesados
Para finales de mayo, Bailaque encausó a tres civiles y a dos de estos policías (uno de ellos retirado) de integrar una banda que operaba desde un domicilio de zona oeste, donde vivía el líder de la organización, apodado Hormiga. Otros dos policías santafesinos en funciones recibieron falta de mérito, resolución que está apelada por la Fiscalía. En esa instancia, los policías Martín Gabriel M., quien estaba en disponibilidad, y Héctor Feliciano S. –a punto de pasar a retiro– no habían sido llamados a indagatoria debido a la falta de material probatorio. La situación de Martín M. –fuentes del caso dijeron que trabajaba en la comisaria 19ª– cambió esta semana cuando los uniformados de la PSA irrumpieron en su vivienda y anteayer fue indagado por el magistrado Bailaque, quien dispuso que continúe detenido acusado de integrar una organización criminal dedicada a la comercialización de estupefacientes y otros delitos.
Hormiga
En el procesamiento de mayo pasado, la pesquisa señaló a Julio “Hormiga” Rolando C., de 62 años, como el líder de la organización dedicada a la venta de estupefacientes. Este hombre, según el fallo, pautaba la entrega de la droga en el domicilio del jefe en inmediaciones de Fraga y Amenábar, jurisdicción de la seccional 32ª. También fue acusado su hijo Oscar, como colaborador en la venta al menudeo de estupefacientes a baja escala y otras dos personas como sus proveedores. Se trata de Félix Ramón C., un policía retirado, alias Croto, y Nanci R., una mujer que manejaría un punto de ventas en el Fonavi de Teniente Agneta y Cerrito.
Además, Carlos Luciano M., policía que brindaba servicios en la seccional 32ª, fue procesado por el mismo delito agravado por su condición de empleado policial luego de que se comprobara su asidua presencia en el domicilio del Hormiga. También quedó comprometido en escuchas telefónicas en la que brindaba información sobre dónde conseguir contactos para proveerse de estupefacientes.
Imputados
De los demás policías involucrados sólo dos fueron imputados pero recibieron falta de mérito del juez. Uno fue Christian Horacio F., alias Duende, a quien se le sindicó ser el encargado de recaudar el dinero producto de la comercialización de estupefacientes realizada por Hormiga a cambio de protección. Para el juez los elementos “resultan insuficientes como para disponer su procesamiento”, al igual que en el caso del policía Jorge Bautista V., visto en la puerta del domicilio del líder de la banda, quien subió a su auto por un corto plazo y luego volvió a su vivienda. La medida fue apelada por la Fiscalía y aún resta ser indagado el policía a punto a jubilarse: Héctor S.