Un secuestro virtual, una sospecha sobre un vecino, una discusión y un arma de fuego son los ingredientes de una dramática historia que terminó con un hombre de 23 años que lucha por su vida y otro de 39 acusado de tentativa de homicidio. El caso cuenta con dos secuencias: la primera tuvo lugar a principios de diciembre, cuando una jubilada de barrio Belgrano fue víctima de una extorsión telefónica. Luego del hecho, su hijo comenzó a sospechar de su vecino, lo que generó una disputa entre ambos que se agravó durante unos diez días hasta terminar con el acusado herido de gravedad y el restante prófugo. El sospechoso fue detenido el martes pasado cuando retornó a su domicilio y ayer fue sometido a una audiencia imputativa por el delito de intento de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. A su vez el juez Gonzalo López Quintana dictó la prisión preventiva en su contra sin plazo, por lo que esperará el transcurso de la investigación tras las rejas.
Leonor D., tiene 75 años y es la madre de Pablo B., de 39, y de Marisa, de 53. La familia habita en una vivienda de calle Montevideo al 6000 y la madrugada del 10 de diciembre la jubilada recibió un llamado telefónico donde le anunciaban que tenían secuestrado a su hijo. Esa noche Pablo salió rumbo a la casa de su novia y como se aproximaba una tormenta decidió quedarse a dormir en lo de su pareja. Por su parte, Leonor y Marisa se encontraban despiertas cuando sonó el teléfono cerca de las 3; la madre escuchó a su interlocutor amenazar con cortarle los dedos a su hijo y sacarle los ojos si no pagaba un rescate de 50 mil pesos, mientras una voz masculina pedía auxilio a los gritos. Leonor le explicó que no contaba con esa suma y terminó entregando 10 mil pesos, que guardó en el interior de una bolsa y entregó por la mirilla de su puerta a un hombre morocho de unos 30 años que esperaba en la vereda.
Pegado a la casa de Pablo hay un galpón que cuenta con dos cámaras de seguridad y en aquella oportunidad el hombre, en diálogo con El Ciudadano, afirmó que los autores del hecho contaban con mucha información: “Sabían nuestros nombres y que mi hermana es discapacitada; estoy seguro de que es gente de la zona. Por eso quiero ver los videos: la plata ya fue, pero si lo conozco lo voy a buscar y que por lo menos vaya preso”. El secuestro virtual quedó a cargo del fiscal Nicolás Foppiani y según fuentes consultadas Pablo, luego de algunas averiguaciones, apuntó contra su vecino Matías C. por el hecho, lo que informó a la Justicia. El caso generó una disputa entre ambos, ya que en varias oportunidades Pablo reclamó por lo sucedido a Matías, hasta que el 19 de diciembre la situación pasó a mayores. Según fuentes policiales, esa tarde Pablo discutió fuerte con su vecino en la puerta de la casa de éste, disputa que terminó cuando –según la acusación– Pablo disparó dos veces contra el pecho de Matías y huyó en un taxi que logró tomar en Pellegrini y Garzón.
Tras el hecho, el fiscal Adrián Spelta solicitó un allanamiento al domicilio del sindicado agresor, en el que los uniformados encontraron proyectiles calibre 32 y 38. El martes pasado, el padre de la víctima –que se encuentra internada en el Heca en estado reservado– avisó a la Policía que su vecino había regresado a la vivienda lindera, por lo que personal policial se hizo presente en el lugar y Leonor D. habilitó el ingreso a la morada. El acusado marchó detenido a la comisaría 14ª.
Ayer, Pablo B. fue trasladado a los Tribunales, donde se llevó adelante una audiencia imputativa. El fiscal Spelta acusó al hombre de 39 años por tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y pidió la prisión preventiva del imputado, la que fue otorgada por el juez Gonzalo López Quintana sin plazo.