A romper mitos. Contra la creencia popular, no hay que quitar el mate frente a los problemas gástricos, aun cuando hay diarrea. La infusión aporta nutrientes y ayuda a rehidratar el organismo más rápido que el agua. Así lo aseguró el especialista español Francisco Guarner, quien visitó Rosario en el marco del Congreso Argentino de Gastroenterología para hablar sobre la importancia de las bacterias en el equilibrio intestinal. Y aquí otro de los mitos a descartar: no toda bacteria es mala. Las que están en el intestino contribuyen a mejorar la salud: ayudan a procesar mejor los alimentos y a desarrollar el sistema inmune. Para cuidarlas es importante una dieta que incluya verduras, frutas, cereales y fibras. También yogurt y cerveza. Gracias a la fermentación, la bebida aporta probióticos que también son buenos para la salud.
“Estamos aprendiendo a cuidar las bacterias que tenemos en el intestino. Nos ayudan en los procesos digestivos: colaboran en la extracción de los nutrientes de las fibras y vegetales y estimulan la capacidad de respuesta del sistema inmune”, explicó el doctor Guarner, en diálogo con El Ciudadano.
Querida bacteria
Existen miles de bacterias y otras miles de especies distintas en cada persona. Pero no hay que combatirlas a todas. De las que están en el medio ambiente, sólo unas 100 son malas. El resto son beneficiosas para la salud. Especialmente las que viven en el cuerpo humano, como las del intestino y la piel.
Guarner explicó que las bacterias se adquieren en el parto y en los primeros años de vida. De ahí la importancia de la lactancia materna. “Durante los primeros 3 años se estabiliza el ecosistema bacteriano. La leche materna tiene oligosacáridos, un tipo de azúcares que el bebé no absorbe por su estructura pero que alimentan a las bacterias buenas que tiene el niño, como las bifidobacterias”, explicó el especialista español.
Para mantener el equilibrio de la denominada microbiota intestinal es importante reducir el estrés y mantener una dieta equilibrada. Comer vegetales naturales, frutas y cereales favorece a la flora. La dieta puede adaptarse a los bebés, incorporando estos alimentos en las papillas. Las harinas, en cambio, tienen un interés calórico y nutritivo pero no ayudan a la microbiota. Otro factor fundamental es evitar el uso abusivo de antibióticos y solo hacerlo cuando un médico lo recete.
Para quienes no acostumbren ingerir estos alimentos, Guarner recomendó consumirlos de a poco pero en continuado para acostumbrar a los intestinos a tolerarlos. “Si alguien no come nunca vegetales, el día que lo hace se le hincha la barriga de gas porque no tiene microbiota para procesarlo. Comiendo en pequeñas cantidades la bacteria sabrá cómo procesarla. Es mejor que nunca ingerir nada”, explicó.
Otro de los alimentos que ayudan a la flora es la cerveza. Mucho se dijo sobre los beneficios de la bebida. Lo cierto es que al igual que el yogurt y cualquier alimento fermentado contiene probióticos, una serie de bacterias y microorganismos que ayudan a la salud. Sirven, entre otras cosas, para mejorar el equilibrio intestinal, combatir ciertas enfermedades y prevenir los efectos secundarios cuando una persona está tomando un antibiótico.
Tomá mate
Una buena para los amantes del mate. En contra de la creencia popular, no es necesario abandonar el hábito en caso de diarrea. Al igual que otros alimentos como el vino, el tomate y el aceite de oliva, la yerba mate contiene antioxidantes que ayudan al funcionamiento de las bacterias intestinales. “No quitaría nunca la yerba mate. Tiene moléculas que no absorbemos pero llegan a las bacterias del intestino que procesan y contribuyen a la salud. El mate y los alimentos con antioxidantes son una fuente de medicamentos naturales”, aseguró Guarner.
Y hay más. Las recientes investigaciones sobre las propiedades de la yerba mate dijeron que desechando los primeros cinco mates, una persona puede seguir bebiendo sin que perjudique al estómago. “El único caso donde no lo recomendaría es si hay reflujo. Cuando hay acidez que sube por el esternón no es recomendable ingerir infusiones calientes”, explicó el especialista.
Para Guarner lo más importante cuando hay un problema gastrointestinal es rehidratar el cuerpo. Las que más ayudan son las infusiones o las bebidas isotónicas que además de líquido, aportan iones y antioxidantes. Por eso, antes que un vaso con agua el médico recomienda optar por una infusión. Un mate con azúcar aporta glucosa y es una excelente combinación para hidratar el cuerpo.
“Lo más importante es tener el diagnostico, ver cuáles son los recursos farmacológicos y los recursos dietéticos. Hoy la dieta pasó a un segundo plano y los problemas gástricos se tratan con fármacos especializados”, agregó.