Marcelo estaba entrando a su casa de barrio Arroyito cuando, de la nada, aparecieron dos muchachos a bordo de una motocicleta que lo amenazaron con un arma de fuego. Primero le pidieron que le entregara lo que llevaba encima, pero luego lo obligaron a entrar a su casa, a la que se accede por un pasillo. La víctima pidió a los asaltantes que por favor no despertaran a su mujer para no asustarla, a lo que accedieron, tras lo cual comenzaron a guardar dentro del auto del dueño de casa todo lo que podían. Pero la pareja de la víctima escuchó lo que ocurría y, desde la cama, llamó al 911. Los ladrones fueron sorprendidos por los uniformados cuando pretendían sacar un plasma de la vivienda. Corrieron por el pasillo y huyeron por los techos. Sin embargo, fueron detenidos en una obra en construcción de la zona.
Según informaron fuentes policiales, el hecho ocurrió anteayer cerca de las 2.30, cuando Marcelo T., de 41 años, llegaba a su casa de Génova al 1200.
La casa de Marcelo queda en un pasillo que, en la parte delantera, tiene un garaje. Mientras buscaba las llaves para guardar el auto, vio que una motocicleta Honda de 125 centímetros cúbicos en la que circulaban dos jóvenes subía a la vereda.
De acuerdo con los voceros, uno de ellos descendió del rodado, extrajo un arma de fuego y lo encañonó. Le pidieron que les entregara lo que llevaba encima. La víctima no se resistió y dio a los ladrones los 300 pesos que llevaba en el bolsillo. Pero los asaltantes no se conformaron y lo obligaron a entrar a su casa.
“Lo único que les pido es que no despierten a mi mujer, porque se va a asustar”, pidió la víctima a los asaltantes. Ellos accedieron. Sin molestar a la mujer que descansaba en el dormitorio, maniataron a Marcelo y comenzaron a recolectar todos los objetos de valor que se cruzaban a su paso, para luego cargarlos en automóvil que la víctima no había llegado a guardar en la cochera.
Sin embargo, desde la habitación la esposa de Marcelo escuchó todo lo que estaba ocurriendo. Decidió no hacer ruido, pero tomó de la mesa de luz el teléfono celular y desde abajo de las sábanas dio aviso a la Policía.
De acuerdo con las fuentes del caso, los uniformados llegaron a la casa cuando los dos delincuentes intentaban cargar un plasma dentro del automóvil. Al notar la presencia policial, los ladrones corrieron por el pasillo y huyeron por los techos de las casas linderas. Sin embargo, los sospechosos fueron detenidos cuando intentaban esconderse en un edificio en construcción de la zona.
Los pesquisas detallaron que los asaltantes, que quedaron alojados en la comisaría 9ª, que tiene jurisdicción en la zona, fueron identificados como Cristian Javier J., de 20 años; e Iván Nahuel G., de 18. Sobre el mayor de los sospechosos pesa una condena a 4 años de prisión por un robo calificado. Sin embargo, el joven fue beneficiado con salidas transitorias, y en una de ellas no regresó al penal.
El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción de la 1ª Nominación, a cargo de la jueza Roxana Bernardelli, que se encuentra de turno durante la feria judicial.
