Dos policías que prestaban servicio en la División Judiciales fueron detenidos a raíz de un cambio de carátula que solicitó el fiscal en la investigación que se lleva adelante por la fuga de un presunto lugarteniente de la banda de Los Monos. Los uniformados quedaron bajo la lupa judicial el 15 de enero pasado, cuando Juan Domingo Ramírez se escapó del predio de la Jefatura de la Unidad Regional II apenas nueve horas después de haber sido detenido. En ese momento se encontraba bajo la custodia de los dos uniformados que ahora fueron apresados. Tanto el suboficial que se encontraba con Ramírez como su compañera, que se había retirado al baño, quedaron implicados en una causa correccional por el facilitamiento culposo de la evasión. Sin embargo, ahora un requerimiento fiscal generó un vuelco en la causa, que pasó a manos de la jueza de Instrucción Irma Bilotta, que ayer ordenó la detención de los uniformados que serán indagados en la mañana de hoy por los delitos de cohecho y facilitamiento doloso de evasión.
Juan Domingo Ramírez fue detenido por orden del juez Juan Carlos Vienna, en el marco de la megacausa por asociación ilícita que investiga el Juzgado de Instrucción de la 4ª Nominación. El arresto fue realizado el martes 14 de enero cerca de las 21 por personal de la División Judiciales que patrullaba la zona de Roma al 600 bis, en zona sur. El sospechoso –sindicado como un lugarteniente de la banda de Los Monos– se encontraba a escasos metros de su actual domicilio junto a una motocicleta marca Yamaha XTZ que fue secuestrada. Ramírez fue trasladado a la sede de la División Judiciales, en la Jefatura de la URII, adonde permaneció esposado mientras se realizaban los trámites de rigor. Quedó alojado dentro de una oficina de la repartición bajo la custodia de Rubén Z. y una auxiliar de guardia. Cerca de las 6.45 del 15 de enero, la mujer policía dijo haberse retirado al baño y el detenido quedó solo con el personal masculino. Según los voceros oficiales, en ese interín Ramírez se quitó las esposas y golpeó al policía que lo custodiaba y se dio a la fuga.
Tras la evasión, el Juzgado Correccional en feria inició una investigación por el delito de facilitamiento culposo de la fuga contra los dos uniformados a cargo de la custodia. Luego de casi dos semanas de actuaciones policiales el sumario llegó a Tribunales y la sospecha de soborno se hizo carne en la hipótesis fiscal, por lo que se solicitó el cambio de carátula.
El fiscal Enrique Paz sostuvo que tomó la decisión en función de la valoración de la prueba, especialmente en una serie de testimonios. “El sentido común me hace pensar que (Juan Domingo Ramírez) no pudo haber escapado de la forma que dicen que se escapó”, remarcó Paz.
El cambio de carátula giró el caso al Juzgado de Instrucción de la 10ª Nominación, que hoy indagará a los uniformados por los delitos de cohecho y facilitamiento doloso de la evasión, por lo que se ordenaron las detenciones. A su vez, el fiscal Paz requirió una serie de medidas probatorias entre las que figuran allanamientos, secuestros de celulares y el testimonio del personal policial que estaba prestando servicio en la oficina frente a la de División Judiciales, entre la que se encuentra Seguridad Personal y Análisis Criminal entre otras.
La detención de Rubén Z. se concretó ayer al mediodía en su vivienda, cuando efectivos de Dirección de Asuntos Internos –que funciona bajo la órbita del Ministerio de Seguridad– llegaron hasta el domicilio con una orden judicial. Por su parte la mujer policía se presentó espontáneamente en Tribunales.
Carlos Racamatto, defensor de Rubén Z., sostuvo que la detención de su cliente es “un atropello y una vergüenza”. El letrado refirió que su pupilo fue una víctima de un delincuente que lo golpeó y le rompió la nariz, destacó la diferencia física entre su defendido y el evadido y aclaró que las esposas que tenía puesta Ramírez fueron peritadas y se determinó que tenían fallas en el sistema de cierre. El abogado concluyó que Rubén Z. es un investigador destacado que colaboró en la detención de Ramírez, por lo que resulta “una locura” que esté involucrado en esta causa, concluyó.
