Una rufinense sindicada por regentear la venta de drogas al menudeo, un remisero sospechado de ser el que trasladaba la sustancia, un policía del Comando de Rufino encargado de cuidar el negocio del narcomenudeo y dos hermanos rosarinos a cargo de llevar cocaína hasta esa ciudad del departamento General López, fueron los blanco en los 20 allanamientos que pidió este domingo el fiscal federal de Venado Tuerto Javier Arzubi Calvo y fueron aceptados por el juez federal. Dos de los operativos fueron en Rosario: uno se hizo en Lima al 600 y el otro en un departamento del 6 piso de San Lorenzo al 900. En este último, encontraron más de 400 gramos de cocaína junto documentación de interés para la causa, indicaron voceros judiciales.
Como si fuera poco, el Ministerio Público Fiscal (MPF) tuvo que abrir otra causa que tiene como protagonistas a uno de los rosarinos que llevó cocaína a Rufino, ya que cuando volvía con un resto de la mercancía que no pudo vender y alrededor de medio millón de pesos adquiridos por los estupefacientes entregados, tres policías de un control de Seguridad Vial lo desvalijaron.
Aunque no se dio a conocer el número de detenidos tras los procedimientos que se hicieron en Rufino, Rosario y Venado Tuerto como tampoco se brindó información sobre la identidad de los hermanos rosarinos, voceros judiciales indicaron que las precisiones sobre las causas se conocerán luego de la indagatoria que se realizará en los próximos días.
La vendedora y su amigo policía
Para la investigación que estuvo a cargo del fiscal federal Javier Arzubi Calvo una de las organizadoras de la venta de drogas al menudeo que se desarrollaban en su mayoría en la localidad de Rufino era Melina R., conocida como Meli. En el negocio también participaban su pareja y la hija de ambos, quien es menor de edad, resaltaron los voceros del MPF.
Melina R., es una mujer oriunda de Rafaela pero que hace varios años que se radicó en Rufino, desde la Fiscalía le atribuyeron reorganizar el comercio de estupefacientes a partir de las medidas de prevención de la pandemia del Covid-19.
Es que Meli ordenó que sólo se recibiera o vendiera la droga en los horarios dispuestos por el municipio rufinense «durante la primera etapa del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio para los comercios considerados esenciales», señalaron los pesquisas.
La Justicia Federal también atribuyó a Meli pagarle un abono mensual a Horacio René L., un policía del Comando Radioeléctrico de esa ciudad, para que «hiciera la vista gorda». Esta relación con el uniformado quedó en evidencia tras una serie de escuchas telefónicas.
En la investigación figura que este policía cumplía el rol de «brindar protección a los integrantes de la organización, impartir directivas referidas a la forma en que debían desarrollar las conductas, en qué sectores de la ciudad debían manejarse», describieron las fuentes.
También especificaron que en una de las escuchas, el uniformado fue consultado por uno de los imputados sobre algunos vehículos policiales que estaban en la localidad tratando de determinar qué causa estarían investigando. En esa charla, «el policía le advirtió que la Brigada podría estar realizando seguimientos al automóvil que el remisero Gerardo M. usaba para el reparto de las sustancias, que la línea telefónica que usaba podría hallarse intervenida y le recomendó cambiar de abonado telefónico reprochándole además que se haya comunicado con él desde ese número», se especifica en la causa.
Este policía del Comando ya había sido investigado e incluso fue procesado en 2019 por el Juzgado Federal de Venado Tuerto por delitos similares no sólo relacionados a la infracción a la ley de drogas 23.737 sino también por alertar a personas implicadas en delitos investigados por las Justicia ordinaria, aclararon las fuentes.
Los hermanos rosarinos
La otra para de la organización que se dio a conocer hasta ahora está radicada en Rosario, en el parte de prensa se explica que el principal investigado es un hombre, quien estuvo detenido en el penal bonaerense de Devoto por orden de la Justicia Federal de Rosario y se le otorgó la excarcelación la semana pasada, más precisamente el 12 de junio pasado tras pagar una fianza de 90 mil pesos. Estaba preso por estar sindicado en una causa relacionada a la venta de estupefacientes y ahora quedó en la mira por impartir órdenes a su hermano domiciliado en Rosario para proveer de drogas a la organización de Meli en Rufino. El hermano de este rosarino y encargado de proveer la droga es Carlos Horacio G. y era el encargado de hacer los viajes. Los voceros judiciales no especificaron si lo hermanos están detenidos o cuentan con pedido de captura.
Por esta pata rosarina fue que este domingo el personal de la Agencia de Investigación Criminal hizo dos allanamientos en nuestra ciudad. Uno fue en Lima al 600 donde hubo dos detenidos a los que se les secuestró unos 30 gramos de marihuana, una escopeta, una pistola calibre 22, cartuchos y alrededor de ocho celulares.
El otro allanamiento, que también se hizo a las 7, fue en un departamento del piso 6 en un edificio de San Lorenzo al 900, casi esquina Maipú. En ese lugar, los investigadores de la AIC tenían órdenes de detener a Carlos G., el remisero. Un dato curioso que se conoció fue que los investigadores llegaron hasta el lugar con orden de allanar un departamento del piso 7 pero cuando estaban en el edificio le acercaron un papel con la aclaración de que Carlos Horacio G. residía en el piso de abajo, por lo que tuvieron que volver a pedir autorización al Juzgado federal en turno.
Aunque el hombre no estaba, los uniformados incautaron tres celulares, una notebook, documentación de interés para la causa junto a más de 400 gramos de cocaína, cinco cigarrillo de marihuana y algunos elementos de corte, describieron los pesquisas.
La otra causa: Poliladrones
En los 20 allanamientos, el Juzgado Federal de Venado Tuerto también autorizó un procedimiento en el puesto de control que la Policía Seguridad Vial de Venado Tuerto tiene en la ciudad de Rufino. En este lugar, los investigadores detuvieron a tres policías. Es que estos uniformados quedaron en la mira luego de que una escucha telefónica los sindicara como los autores del robo al proveedor rosarino de la Meli.
En esa conversación, el automovilista les contó a dos mujeres que estaban en Rosario que lo habían desvalijado. El damnificado relató que le había llevado a Meli estupefacientes y que ésta le pagó alrededor de medio millón de pesos.
En ese marco, el proveedor emprendió la vuelta a Rosario con unos 500 gramos de cocaína que le habían quedado por vender y los 500 mil pesos de Meli cuando paró en una estación de servicios de Rufino. Comió algo y cuando salió con su auto de la estación, tuvo que detener la marcha por un control de la Policía de Seguridad Vial.
Al percatarse del dinero y las drogas que tenía el automovilista, los uniformados le propusieron que, para seguir su camino como si nada, les tenía que entregar tanto la droga como la plata, el proveedor aceptó, y, por supuesto, no hizo la denuncia pero el accionar policial quedó registrado en la escucha.
Después, los investigadores por orden de la Fiscalía federal analizaron las secuencias tomadas por las cámaras de la estación de servicio y detuvieron a los tres policías que estaban la noche en que le robaron al automovilista.
Los operativos
En los allanamientos intervino el personal de la delegación Venado Tuerto de la Policía Federal, de la Brigada Antinarcóticos VIII y de la Dirección Especial de Crimen Organizado en Rosario.
Con respecto a lo secuestrado, las fuentes indicaron encontraron cocaína y marihuana, más de 30 plantas presumiblemente de la especie cannabis sativa, elementos de fraccionamiento y corte, balanzas, dinero en efectivo, una máquina para contar billetes, armas de fuego, municiones, teléfonos celulares, vehículos y documentación de interés para la causa.
Los voceros del caso indicaron en un comunicado que los imputados, de quienes no se sabe la totalidad serán indagados en los próximos días por videoconferencia.