Por Diego Otondo / Télam
El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, sostuvo este viernes que su viaje a la Antártida «es un paso histórico» porque «es la primera vez que el organismo inicia una misión de carácter científico» en ese continente, que tiene como objetivo tomar muestras para evaluar la presencia de microplásticos en el ecosistema marino.
Grossi viajará esta tarde junto al presidente Javier Milei a Santa Cruz en un avión militar, como parte de una comitiva que también estará integrada por la canciller Diana Mondino, el ministro de Defensa Luis Petri y autoridades de la Dirección Nacional del Antártico, el Instituto Antártico Argentino (IAA) y de la Armada.
En Río Gallegos aguardarán una ventana climática favorable que les permita emprender mañana la segunda etapa del viaje a la Antártida, donde desarrollará un «cronograma extenso de actividades».
«Es un viaje que tiene un carácter pionero, porque es la primera vez que el Organismo Internacional de Energía Atómica inicia una misión de carácter científico en el continente antártico en torno a una problemática global, que es muy grave, como ocurre con la presencia de microplásticos y plásticos en general en el medio marino internacionalmente, pero en particular en la Antártida», sostuvo Grossi en diálogo con Télam.
La iniciativa de estudiar los microplásticos en la Antártida surgió de un convenio entre la OIEA y el IAA y busca abordar el problema mundial que supone la contaminación por plásticos en los océanos, donde termina el grueso de estos desechos.
El objetivo es el monitoreo de todos los mares del mundo para saber cuánto y qué tipo de plásticos hay bajo parámetros comparables y, hasta el momento, cuentan con la participación de 63 países.
El máximo funcionario de la OIEA remarcó que el viaje constituye «un paso histórico y es muy valorable el gesto del primer mandatario argentino de acompañar esta misión científica que tiene una misión internacional muy loable».
La OIEA tuvo «bastante actividad en el Ártico, pero jamás en el medio antártico, y por eso yo propuse oportunamente al Gobierno argentino esta tarea, que tuvo confirmación luego de la reunión con el presidente Milei, la canciller Mondino y el ministro de Defensa», sostuvo.
Grossi resaltó que «nunca hubo una evaluación científica llevada a cabo por el sistema internacional de la OIEA» y admitió que «hay una grave preocupación internacional al respecto».
«El año que viene va a iniciarse una negociación para un gran acuerdo internacional sobre la contaminación plástica», completó.
Los microplásticos «están presentes lamentablemente en todo el medio marino internacional. Se está reciclando y eliminando el 9% de todo el plástico que se arroja en los mares», alertó, y agregó que «las proyecciones que existen son que, de aquí a mediados de siglo, puede llegar a haber más microplásticos que peces en los mares».
Al respecto, Grossi subrayó que por esa razón se «requiere de una acción de cooperación internacional concertada, y eso es lo que está tratando de hacer la OIEA de la mano de Argentina».
El funcionario señaló que el organismo internacional brindará a la Argentina equipamiento de laboratorio como espectrómetros y otros elementos de alta sofisticación «para la medición y la evaluación de los componentes en muestras marinas».
La OIEA realizará el diagnóstico de las muestras «a través de su laboratorio de protección del medio marino y su dirección de hidrología isotópica que están situados respectivamente en Mónaco y en Viena».
El funcionario, que dirige el OIEA desde 2019, estimó que «los primeros datos y los primeros resultados estarán a la mayor brevedad posible», ya que, dijo, «no es algo que tome demasiado tiempo».
«Sí vamos a hacer una campaña prolongada, si es posible también a lo largo de la costa y del litoral marítimo para ir viendo cuál es el movimiento y los flujos de microplásticos», completó.
Sobre este punto, consideró que la evaluación constituirá «una referencia indispensable para cualquier política de Estado que los países vayan adoptando, tanto los que están representados en el sector antártico como aquellos países que no».
El resultado de la investigación será «una serie de recomendaciones de la OIEA que la Argentina podrá hacer suyas o no y que serán volcadas -también- al marco Antártico a través de las reuniones consultivas de las partes del Tratado Antártico y a través de negociaciones internacionales sobre contaminación por plásticos que se va a iniciar», explicó Grossi, quien remarcó que el trabajo científico tendrá «una repercusión práctica y concreta».
«No es una tarea científica efectiva sino tuviese un impacto concreto en la realidad ambiental argentina e internacional», explicó.
Ante la consulta sobre si hay algún diagnóstico previo sobre la presencia de microplásticos en la Antártida, Grossi señaló que «ha habido distintos estudios realizados por distintas universidades o por instituciones privadas, pero lo que falta es una evaluación internacional autorizada, y la OIEA tiene esta función de validar datos así como establecer una línea de base para la investigación y la aplicación de políticas que sea neutral y científicamente correcta».
Un equipo de investigadores ya está recogiendo muestras de agua desde uno de los laboratorios del buque Almirante Irízar en el marco del proyecto Nutec Plastics que se realiza durante la Campaña Antártica de Verano (CAV) para detectar la presencia de microplásticos por primera vez desde el Río de la Plata hasta la Antártida.