Carlos Dolce fue electo presidente del Concejo Deliberante de Villa Gobernador Gálvez en diciembre pasado. Desde los 18 años está afiliado al Partido Socialista. A los 24 años asumió por primera vez como concejal. Hoy con 33 años atraviesa su tercer mandato. En 2012 su vida dio un giro: la ciudad se inundó y Dolce no dudó en ponerse las botas y ayudar a los que más lo necesitaban. Ese mismo día se anotó para unirse al cuartel de bomberos voluntarios. Un año después vivió en carne propia la peor tragedia de Rosario. Participó en el rescate de la explosión del edificio de Salta 2141, donde murieron 22 personas. Dolce asegura que su vocación es servir a la comunidad y no descarta sembrar un camino que lo lleve como intendente de su ciudad natal.
—¿Cómo llegó a ser bombero voluntario?
—Desde muy chico quise serlo. En 2012, cuando se inundó la ciudad, me acerqué al cuartel de bomberos, me dieron un par de botas y salí a ayudar a la gente. Ese mismo día me anoté para hacer el curso de bombero voluntario, me recibí y estoy haciendo el curso para ascender a suboficial.
—¿Cómo fue su participación en la explosión de calle Salta?
—Llegué 20 minutos después de la explosión con las dotaciones de Bomberos Voluntarios de Villa Gobernador Gálvez. En total, prestaron colaboración más de 60 localidades. Nos encontramos con una situación que nos impactó a todos. El escenario parecía una guerra. Me puso a prueba tanto en lo personal, como también en mi tarea en grupo. La sociedad se solidarizó mucho y nos sentimos muy contenidos. Nos acercaban comida caliente, café, galletitas y frutas. En cada servicio se crece y se aprende.
—¿Qué cambió en ser presidente del Concejo?
—Siendo concejal no se dimensiona la responsabilidad que tiene un presidente. No sólo se trabaja en lo legislativo sino también en la administración de un cuerpo legislativo que tiene una gran diversidad de personas que lo conducen. La presidencia me dio herramientas para tomar otro tipo de decisiones. Es enriquecedora. Logramos sacar proyectos importantes y también hay que destacar la voluntad de los concejales opositores.
—¿Cuáles fueron los logros de su gestión?
—Con respecto a la obra pública, se lograron conectar algunos barrios que estaban fuera del casco urbano. Nos abocamos a lo social, a pavimentar las calles, a hacer inversiones en agua potable en los barrios periféricos y en los asentamientos irregulares. En total, son más de 20. Logramos mejorar los accesos e integrarlos a la ciudad. En dos años y medio se duplicó la cantidad de cloacas. Falta mucho, pero estamos demostrando lo que hacemos.
—¿Cómo trabajan la salud animal en el municipio?
—Por primera vez se logró tener un móvil quirúrgico donde se esterilizan gratis 20 animales por día. Se trabaja con personal municipal y con la colaboración de la Asociación Civil El Mejor Amigo (EMA). Es un servicio revolucionario. En un año y medio se esterilizaron más de 3 mil perros y gatos.
—¿Le gustaría ser intendente?
—En las últimas elecciones nos fue muy bien, y lejos de tomarla como un reconocimiento, la asumimos como una responsabilidad más grande. El año que viene Alberto Ricci (Frente Progresista Cívico y Social) termina su mandato. Es el mejor candidato, pero si decide no participar en el cargo, me postularía para asumirla. Tengo todas las condiciones. Una de las mejores características de Ricci fue formar equipos y convocar a trabajar a distintos sectores. Hay que seguir ese camino.