En alerta máxima por las últimas subas de precios que derivaron de la devaluación, la CGT oficialista reclamará un paquete salarial de emergencia para postergar el inicio de la ronda de paritarias. Los gremialistas esperan acordar con la presidenta Cristina de Kirchner, a su regreso de Cuba, medidas coyunturales como el anticipo del Consejo del Salario, montos fijos para sumar a los sueldos, suba de asignaciones familiares y jubilaciones, y más fondos para obras sociales. El mecanismo incluye además una revisión periódica de valores pactados a la luz de la inflación real.
“Hay empresarios que nos suben la valla todo el tiempo. Si siguen jodiendo, nosotros la vamos a subir más todavía, a ver quién la tiene más larga. No queremos un todos contra todos, esto ya lo vivimos en el «rodrigazo»“, advirtió en diálogo con Ámbito Financiero José Luis Lingeri, jefe del gremio de Obras Sanitarias.
Lingeri admitió que en el actual contexto será imposible avanzar en paritarias al no existir un porcentaje viable de incrementos para negociar.
La cúpula de la CGT que lidera Antonio Caló se reunió el martes en la sede de Obras Sanitarias para analizar la coyuntura frente a las subas abruptas de precios que hubo desde el fin de semana último. El jefe metalúrgico contó que Cristina Fernández de Kirchner se comprometió a recibirlos a su vuelta de La Habana. Y suponen que el encuentro podría concretarse esta misma semana.
Fórmula de transición
Al referirse a un esquema de transición como reemplazo de las paritarias, los gremialistas plantaron una base de incrementos del 25 por ciento que debería aplicarse al salario mínimo, a las asignaciones familiares y a los haberes jubilatorios de manera inmediata. Y también un monto fijo equivalente sobre los salarios, para compensar la inflación de los últimos meses.
Revisión permanente
“Lo más lógico en este contexto es un sistema de ajuste durante el año de todas esas variables. Y que exista un calendario de revisión periódica. Recién después esperamos un escenario más estable para negociar paritarias”, precisó Lingeri.
La CGT oficialista, además, resolvió mantenerse en sesión permanente para monitorear la evolución del costo de vida. La reunión de la “mesa chica” de la central se concretó luego de las visitas, el lunes, de Caló y Gerardo Martínez (albañiles, Uocra) al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, para dialogar junto con empresarios de sus respectivos sectores acerca de los sacudones que hubo en los precios desde el fin de semana. Los encuentros con el funcionario continuaron ayer bajo el mismo signo, con el compromiso de Capitanich de contener las subas.
Además de Caló y Lingeri estuvieron en la reunión del martes Armando Cavalieri (comercio), Omar Viviani (taxistas), Rafael Mancuso (Luz y Fuerza), Horacio Ghilini (docentes privados) y Jorge Lobais (Asociación Obrera Textil).
Sumas fijas y paritarias luego
La modalidad de sumas fijas como puente para diferir el arranque de paritarias parece encontrar coincidencias entre los gremios y el gobierno nacional.
Desde el Ministerio de Trabajo que conduce Carlos Tomada se declararon abiertos a convalidar esa modalidad de negociación, bajo la premisa de no avanzar sobre esquemas de paritarias fraccionadas, como sugirieron desde el sindicalismo opositor.
Incluso, los funcionarios admitieron como posible anticipar el Consejo del Salario, que cada año se reúne pero luego de las rondas de negociaciones en el sector privado.
Entre las organizaciones que hicieron planteos de ese tipo figura la Unión Tranviarios Automotor (UTA). El gremio de los colectiveros, que encabeza Roberto Fernández (integra la CGT oficialista pero se acercó a Hugo Moyano), dispuso un paro en el sector de larga distancia del 1 al 3 de febrero en demanda de 2.000 pesos no remunerativos como puente salarial de enero a marzo, y así postergar –como quieren desde el gobierno nacional– las discusiones formales.