La victoria de la lista de candidatos a concejales de Cambiemos en Rosario fue apabullante. La nómina que lideró Roy López Molina triunfó en 21 de las 22 seccionales de la ciudad. La alegría hubiera sido completa si Roberto Sukerman, del Frente Justicialista, no hubiera sido el más votado en Empalme Graneros.
A pesar de perfilarse como una fuerza que representa a las clases medias y medias alta, esta comprobación se da al ver que en las primeras las seccionales céntricas Roy López Molina superó siempre el 40% de los votos, Cambiemos dejó su huella en los barrios al imponerse pero por menos margen.
La recuperación que permitió al Frente Progresista duplicar sus votos también estuvo cimentada en la performance céntrica. Pablo Javkin se supero al peronismo en las primeras 7 seccionales para posicionarse segundo.
Pero en los barrios de la ciudad fue el Frente Justicialista el que se ubicó detrás de López Molina, relegando al tercer puesto al Frente Progresista. Este podio se refleja entre las seccionales octava y la 21.
La excepción fue Empalme Graneros, un enclave que históricamente muestra una fidelidad al justicialismo. Allí, Sukerman finalizó en primer lugar, López Molina Segundo y Javkin tercero.
Otra particularidad se dio en Nuevo Alberdi, el barrio desde el cual el grupo Giros cimentó su militancia que hoy continúa en Ciudad Futura. Trasante pudo romper allí la inercia de los tres frentes más votados y se colocó en tercer lugar, desplazando al oficialismo local.
Con el escrutinio provisorio frenado en el 93,69% del total, la participación del 73,04% de los rosarinos, que se traducen en 544.631 rosarinos que acudieron el domingo a las urnas.
La particularidad que habían arrojado las Paso era que entre los votos en blanco y los anulados se convertían en “la tercera fuerza” más votadas. Ambos números cayeron considerablemente.
Del 10% de votos anulados en agosto se redujo al 3,92% en las generales. En tanto que el voto en blanco cayó de 5,47% de las Paso al 1,47%.
