El cambio climático no es una amenaza lejana: sus efectos ya se están sintiendo en todo el mundo, y Sudamérica no es la excepción. Según estudios recientes, el aumento del nivel del mar, impulsado por el derretimiento de glaciares y la expansión térmica de los océanos, podría dejar bajo el agua a varias ciudades de la región para el año 2100.
Entre las zonas más vulnerables se encuentran áreas costeras de Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay y Venezuela.
¿Qué zonas están en riesgo y por qué?
Barranquilla, Colombia: ubicada cerca de la desembocadura del río Magdalena, esta ciudad ya enfrenta inundaciones frecuentes. El aumento del nivel del mar podría agravar esta situación, sumergiendo gran parte de su territorio.
Maracaibo, Venezuela: con su ubicación costera y su cercanía al lago de Maracaibo, esta ciudad es especialmente vulnerable al incremento del nivel del agua.
Río de Janeiro, Brasil: una de las ciudades más icónicas de Sudamérica, Río de Janeiro, podría ver afectadas sus playas y zonas costeras debido a su proximidad al océano Atlántico.
Porto Alegre, Brasil: situada cerca de la laguna de los Patos, esta ciudad también enfrenta riesgos significativos por el aumento del nivel del mar.
Punta del Este, Uruguay: este famoso destino turístico, conocido por sus playas y su vida nocturna, podría perder gran parte de su costa si no se toman medidas urgentes.
Provincia de Entre Ríos, Argentina: las zonas bajas de esta provincia, especialmente cerca de los ríos Paraná y Uruguay, podrían quedar inundadas.
Provincia de Buenos Aires, Argentina: las áreas costeras de la provincia, incluyendo partes de la capital federal, también están en riesgo debido a su cercanía al Río de la Plata y al océano Atlántico.
¿Por qué está sucediendo esto?
El aumento del nivel del mar es uno de los efectos más graves del cambio climático. Según estudios publicados en Nature Climate Change y Nature Communications, el nivel del mar podría aumentar entre 0,6 y 2,1 metros para el año 2100. Este fenómeno se debe principalmente a dos factores:
- Derretimiento de glaciares y capas de hielo: el calentamiento global está acelerando el deshielo en regiones polares y glaciares, lo que incrementa el volumen de agua en los océanos.
- Expansión térmica del agua: a medida que los océanos se calientan, el agua se expande, ocupando más espacio y elevando el nivel del mar.
Además, la Organización Meteorológica Mundial ha señalado que el nivel del mar en el Caribe ha aumentado a un ritmo de 3,6 milímetros por año entre 1993 y 2020, superando el promedio global de 3,3 milímetros anuales. Esto indica que América Latina y el Caribe son especialmente vulnerables a este fenómeno.
¿Se puede hacer algo?
Frente a esta realidad, es urgente que los gobiernos, las empresas y las comunidades tomen medidas concretas para mitigar los efectos del cambio climático. Algunas acciones clave incluyen:
- Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero: limitar el uso de combustibles fósiles y promover energías renovables.
- Proteger y restaurar ecosistemas costeros: los manglares y los humedales actúan como barreras naturales contra las inundaciones.
- Planificar ciudades resilientes: diseñar infraestructuras que puedan adaptarse a los cambios climáticos, como sistemas de drenaje más eficientes y construcciones elevadas.