Un día después de la marcha de la CGT a la Plaza de Mayo, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, dispuso ayer que Horacio Pitrau sea el nuevo secretario de Trabajo y Sandro Taricco se haga cargo de la Superintendencia de Servicios de Salud. Se trata de dos funcionarios que le reportan directamente a él, lo que demuestra la creciente tensión en la relación entre la Casa Rosada y la central obrera.
De esta forma, el gobierno cubrió las dos vacantes que quedaron luego de que el presidente Mauricio Macri reaccionara con vehemencia ante la movilización que realizó anteayer la CGT y decidiera pedirle la renuncia a los dos funcionarios con mayores lazos con el sindicalismo, Ezequiel Sabor de la Secretaría de Trabajo (vinculado al gastronómico Luis Barrionuevo y al camionero Hugo Moyano) y Luis Scervino de la Superintendencia de Servicios de Salud (ligado a José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias).
Pitrau, nuevo número dos de la cartera de Trabajo, es considerado la mano derecha de Triaca: es abogado penalista, especializado en derecho penal y relaciones gremiales, presidente del Foro de Abogados Argentinos (Forjar) y estaba a cargo de la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales.
Por su parte, Taricco pasará a manejar un área que tiene un presupuesto de 7.000 millones de pesos y que se encarga de gestionar los fondos de las obras sociales sindicales, que el Estado retiene desde la gestión de Cristina Kirchner. A diferencia de su antecesor, quien tenía una estrecha relación con el histórico jefe del sindicato de Obras Sanitarias, este funcionario no posee vínculos con el sindicalismo y reporta directo a Triaca.
Sabor y Scervino fueron desplazados de sus cargos por pedido de Macri, pocas horas después de la marcha de la CGT con críticas y reclamos al gobierno de Cambiemos, que generó fuerte malestar en el mandatario, quien la calificó como “una pérdida de tiempo”.
Como consecuencia, el líder del PRO apuntó directo contra los dos funcionarios de su gabinete con más cercanía con los sectores sindicales, a quienes había designado en esos cargos precisamente como un gesto hacia la CGT para mantener un buen vínculo con la central.
En el caso de Scervino, desde su función, bajo la órbita del Ministerio de Salud, había comenzado a devolver parte de la millonaria deuda que mantiene el Estado con los sindicatos por las obras sociales del sector cuyos fondos fueron retenidos durante varios años.
La pregunta ahora es: ¿qué sucederá con la deuda con las obras sociales?
Se calcula que desde 2016 se llevan devueltos a las obras sociales 2.700 millones de los 29.000 millones de pesos del Fondo Solidario de Redistribución (FSR), que los tres gobiernos anteriores mantuvieron inmovilizados en una cuenta del Banco Nación.
Pero la reciente manifestación de la central obrera, que incluyó una amenaza de un segundo paro general, hizo que ese acuerdo para la paulatina devolución de la deuda se convirtiera ahora con la salida de Scervino en un gran interrogante.
Al respecto, el saliente funcionario se refirió ayer a apartamiento del gobierno y aclaró que por su actividad conoce a la dirigencia sindical pero que no es un militante del sindicalismo y que no le interesa la marcha realizada por la CGT.
“Tengo relación con el sector de obras sociales y conozco la dirigencia sindical pero eso no significa que yo sea militante del sindicalismo ni me interesa la marcha que haya hecho el sindicalismo, son dos temas distintos”, señaló Scervino a radio El Mundo.
Indicó además que el ministro de Salud, Jorge Lemus, al solicitarle la renuncia le comunicó que había cierta incomodidad en algunos sectores del gobierno por la marcha de la CGT y que a él “le habían bajado esa decisión”.
“Me voy con mucha tranquilidad de haber hecho una gestión excelente en este año y medio, nos vamos con la satisfacción de haber hecho muchísimas cosas y el presidente se ha mostrado muy satisfecho con el trabajo”, expresó Scervino.
Y agregó: “Soy un militante pero de la salud pública, de la seguridad social. No puedo saber porque algún sector del gobierno quiso tomar esta decisión, no corre por mi cuenta ese análisis”.
En declaraciones a radio Milenium, Scervino remarcó que “no es verdad” que haya llegado al cargo por su cercanía con el sindicalista Lingeri, aunque admitió que por su trayectoria durante 15 años como director de Obras Sanitarias, “obviamente” mantiene “una relación” con él.
A su vez, en diálogo con radio Mitre también se despegó de la CGT y calificó de “lamentable” a la marcha que hizo la central a la Plaza de Mayo en contra del gobierno de Macri.
Pymes: prorrogan por un año rebaja de aportes patronales
El gobierno prorrogó por un año, a contar desde el 1º de agosto último, la reducción de contribuciones patronales para pymes de hasta 80 trabajadores que contraten nuevos empleados.
Así lo señaló el Ministerio de la Producción, que resaltó que el beneficio rige por dos años para las nuevas contrataciones y su vigencia fue prorrogada “por 12 meses, desde el 1º de agosto”.
Según la información oficial, “se trata de un régimen de promoción para la contratación de personal que reduce de las contribuciones patronales durante dos años para los empleadores que tengan hasta 80 trabajadores”.
“En el caso de las empresas que cuenten con hasta 15 trabajadores registrados a 2014, los primeros 12 meses no pagarán contribuciones patronales por las nuevas contrataciones. Los siguientes 12 meses pagarán un 25% de las mismas”, puntualizó Producción.
Además, explicó que para las empresas con hasta 80 trabajadores, el beneficio consistirá en que durante los primeros 24 meses de la relación laboral, se pagará el 50% por las nuevas contrataciones.
Para acceder a la reducción de contribuciones, los empleadores “deberán comunicar el alta del trabajador y confeccionar las declaraciones juradas correspondientes” a través de la página de la Afip, señaló el Ministerio.