A 34 kilómetros de San Salvador de Jujuy se encuentra Perico, una pequeña localidad lindera al aeropuerto internacional de la provincia y una de las primeras zonas en ser colonizadas por los españoles en el siglo XVI.
En una casa de la localidad, se crio Camila Mansilla, la primera jujeña en ser citada para disputar un partido con la Selección Argentina mayor. Su amor por la pelota, el legado de su mamá y “disfrutar con responsabilidad”, son algunos de los temas de los que habló la delantera de Newell’s con este diario mientras esperaba por el partido del combinado nacional con Costa Rica.
Camila tiene dos hermanas, dos sobrinos y un perro que es como su hijo. Juega a la pelota desde muy chiquita, empezó acompañando a su mamá, que dice, hacía más goles que ella. Siempre jugó en cancha de 11 y con mujeres más grandes. Participó de varias ediciones de los Juegos Nacionales Evita y viajó a China con la Selección Universitaria en 2017. Hace unos años se instaló en Rosario, primero para jugar con Argentino y luego con la Lepra.
“Mi mamá jugaba al fútbol y yo lo tenía muy a mano, era lo primero que veía. Mis vacaciones, los fines de semana, siempre eran en una cancha”, recordó.
“Ella fue formando mi carrera, mi carácter. Mi esencia, podría decirse, me la fue marcando”, continuó.
Los goles vienen de familia. La mamá, recuerda Camila, hacía muchos goles de cabeza y de tiro libre. “Siempre jugó en el medio, distribuía la jugada, iba los roces, a los choques, como lo que soy”, reflexionó y mientras hablaba por teléfono se dio cuenta de cuan parecidas son en una cancha de fútbol.
En Jujuy jugó en Gimnasia y Esgrima, después pasó por Argentino y ahora milita en Newell’s. Sus goles pasaron por varias ediciones de los Juegos Nacionales Evita y hasta viajaron a China.
En los Juegos Nacionales Evita jugaba torneos inter barriales, si lo ganaban iban a jugar con otras localidades hasta terminar de representar a Jujuy. Eso lo hizo en cinco oportunidades y afirmó: “Fue lindo, viajar, competir con otras provincias”.
En los recuerdos de los Evita aparece Susana, la mama de una de sus mejores amigas, que las llevaba siempre y se encargaba de hacer las rifas. Y en los recuerdos de China, aparece Rosana Gómez.
“Yo ya jugaba para la Universidad de Jujuy”. Camila se inscribió en la facultad con el objetivo de jugar los torneos de fútbol nacionales. El formato era parecido a los Evita, jugaban contra otras Universidades hasta que llegaron a los nacionales.
En uno de esos enfrentamientos, estaba Rosana Gómez mirando jugadoras y haciendo preselectivos. La “Zurda” era la DT de la Selección Universitaria, una persona a la que describió
“Me acuerdo que trabajaba en una estación de servicio y que para jugar en Universidad hacía doble turno de trabajo”, contó y aseveró: “Fue mucho esfuerzo, dedicación y constancia”.
Ese esfuerzo y dedicación se transformó en la citación de Germán Portanova para integrar la lista de convocadas que estuvo presente en los dos amistosos que el combinado nacional disputó con Costa Rica en Buenos Aires.