Manuel Parola
El ministerio provincial de Desarrollo Social lleva invertidos mil millones de pesos en ayudas alimentarias en lo que va del año. Luego de las denuncias públicas de las organizaciones sociales que desde hace tres meses no reciben mercadería por parte de Nación, la cartera santafesina se despegó de las acusaciones contra su par nacional y repasaron los esfuerzos para contener la situación de déficit alimentario que persiste desde antes de la pandemia a la fecha.
Camilo Scaglia, director de Desarrollo Territorial de la provincia, sostuvo que contener y erradicar la dificultad en el acceso de la población a las cuatro comidas diarias “ha sido una prioridad” para el gobierno provincial, llegando a destinar mil millones de pesos en materia de compra de alimentos, distribuidos entre los más de 600 comedores vinculados al ministerio, sólo en la ciudad de Rosario.
“Desde el comienzo de la gestión, la política alimentaria ha sido una prioridad, sobre todo en lo que hace a la ciudad de Rosario”, dijo el funcionario en diálogo con El Ciudadano, y subrayó: “Esto es así en diferentes localidades grandes y pequeñas de la provincia, pero tenemos una vinculación con el municipio donde hay convenios con la provincia que asiste económicamente en el municipio de Rosario y otros que son directamente ligado a los comedores de nuestra ciudad”.
El ministerio de Desarrollo Social tiene convenios con 600 comedores, centros comunitarios, merenderos y organizaciones tanto sociales como no partidarias, como el Banco de Alimentos de Rosario (BAR) y el obispado de la ciudad. Según Scaglia, la importancia de la ciudad tiene que ver con el cordón industrial, que es el más importante de la región, y con las características propias de la ciudad.
“Rosario es la ciudad más grande en términos de densidad de población y tiene una complejidad socioeconómica donde la necesidad se siente mucho más que en otras localidades de la provincia”, advierte Scaglia, y siguió: “Trabajamos, entre las instituciones no políticas, por así decirlo, con el consejo de pastores evangélicos, Cáritas, el Movimiento Solidario Rosario, donde cada uno de estas instituciones a su vez tiene vinculación con distintos comedores de la ciudad y es una política que abordamos a partir de la pandemia, donde entregamos módulos puerta a puerta en los barrios reforzando todo lo que es la política alimentaria”.
El sistema se compone de una tarjeta propia de cada institución, en la cual se carga el monto para la compra de los productos alimenticios para los comedores. El monto se asigna según la cantidad de personas que el comedor recibe, y se rinde ante el ministerio luego de la compra, a la vez que ese monto se actualiza de forma constante para no perder ante el avance de la inflación: “En lo que va del año tenemos una inflación acumulada, hasta julio, del 60%, y en materia alimentaria de enero a la fecha tenemos un aumento casi el 90% en alimentos. Es decir que, en lo que hace materia de política alimentaria, siempre estamos por encima de la inflación para que al comedor, al barrio, a los distintos territorios de la ciudad de Rosario, no se vea reflejada y no tenga un impacto negativo”.
“En términos de recursos económicos que brinda Santa Fe en materia alimentaria en toda la provincia, son 10.000 millones de pesos en lo que va del año, de los cuales Rosario se lleva en los diferentes programas aproximadamente 7.000 millones de pesos lo que va al año. Es decir que estamos hablando de mil millones por mes de inversión de la provincia para la ciudad de Rosario”, aclaró el director de Desarrollo Territorial.
Scaglia señaló que Santa Fe desarrolló, desde sus diferentes carteras, diferentes estrategias con distintos sectores de la economía, empezando por el boleto educativo gratuito y la Billetera Santa Fe, bastiones de la gestión en materia de asistencias económicas e impulso del consumo.
Desde el principio
En referencia a los episodios de la semana pasada, donde dirigentes tanto políticos como sociales señalaron un aparente peligro de saqueos a supermercados y locales alimenticios que finalmente no se verificó, Scaglia apuntó: “Todas las zonas donde hubo algún altercado, por así decirlo, no tenían ninguna cuestión de necesidad alimentaria, porque sabíamos que cerca, a 20 metros, 50 metros o a la vuelta de la manzana había un comedor donde la provincia tenía un convenio y asiste en alimento a estos lugares. Fueron unas cuestiones no de necesidad alimentaria sino de politiquería territorial lo que llevó a estos movimientos de la semana pasada“.
“Al comienzo de la gestión de Omar Perotti, nosotros veníamos de una situación de crisis económica profunda. Luego del cambio de gestión nacional se comenzó con la entrega de la tarjeta Alimentar”, relató Scaglia a este diario, y continuó: “Después, la pandemia hizo que mucha gente no pudiera llevar adelante changas, no sólo trabajos formales, por lo que esa gente no tuvo un ingreso permanente durante varios meses y por eso se desplegaron distintas estrategias a través de lo que fue el comité de crisis, integrado por las principales instituciones de la ciudad para paliar esta situación”.
El joven funcionario sostuvo que la cuestión oscilante de la política económica nacional llevó a tener que reforzar permanentemente las partidas destinadas a contener la situación del hambre en los barrios y en los suburbios. Además, Scaglia apuntó a otras dos políticas de refuerzo de los ingresos: el Boleto Educativo Gratuito (que tienen 300 mil inscriptos en todo el territorio provincial) y la Billetera Santa Fe, la cual el gobernador confirmó en declaraciones públicas que ya supera 1.700.000 usuarios de la aplicación.
Sobre el aumento del monto de reintegro, situación reclamada por los consumidores y por los comerciantes desde mediados del año pasado, expresó: “La mitad de la población de la provincia tiene la Billetera Santa Fe y tenés más de 30 mil comercios adheridos. Entonces, entre el incremento del reintegro, la mitad de la población de la provincia beneficiaria de la billetera Santa Fe, sumado a el Boleto Educativo Gratuito y las distintas políticas alimentarias, hay un marco de contención por parte del gobierno de la provincia que permite contener y, si eso lo traducís a recursos, es importante”.
“Después de la elección nacional, que al día siguiente hubo devaluación, eso impactó en el bolsillo, caló hondo en la población. A todos nos pasa que nuestro salario se va licuando y en los sectores vulnerables eso se siente rápidamente. Los niveles de incertidumbre de la clase media, media-baja llevan a preguntarse dónde apoyarse en este momento, de qué manera, qué mecanismo usar”, sostuvo a este diario.
“El gobernador salió rápidamente a tomar la definición de aumentar los recursos dirigidos a las políticas alimentarias y que los comedores tengan una espalda para afrontar esta situación”. Según el militante territorial, en las primeras horas cundió la incertidumbre, pero actualmente la charla con los comedores es continua, en un contexto de aumento de la demanda en estos espacios: “Hay un mecanismo de contención fundamental, que es esta red que se generó en la pandemia, que se reflota permanentemente, que es con estos actores de la sociedad que por ahí uno puede o no coincidir en muchos aspectos, pero tienen un diagnóstico y una cercanía con los territorios más allá lo que yo pueda ver. El aumento del integro surgió también de la mesa de construcción desde donde se ha demostrado que se puede recomponer el poder adquisitivo de la gente ¿Cómo? Poniéndole tres mil pesos por persona a una familia más de lo que ya tenía, sumado al BEG, es una estrategia que funcionó en la pandemia y que está ayudando y mucho”
En Rosario, hay 15.000 beneficiarios del Programa Santa Fe Más, forma en oficios a jóvenes a través de la articulación con 200 organizaciones sociales sólo en Rosario, que más allá de un comedor, forman en diferentes oficios y capacitan a los beneficiarios, facilitándoles otra mirada y salidas laborales.
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