Oír y escuchar es diferente. Oír es percibir un sonido, lo que requiere el buen funcionamiento del sistema auditivo. Escuchar, en cambio, involucra la atención consciente para comprender y responder en función de los estímulos sonoros. Implica procesos cognitivos de concentración, memoria y aprendizaje. Florencia Ruiz Ferretti conoce bien la diferencia porque es artista sonora y música, y es una de las protagonistas de las caminatas de escucha en Rosario.
«La experiencia sonora a diferencia de la vista es inmersiva (las experiencias inmersivas, consisten en crear un ambiente y entorno donde el espectador reciba un cúmulo de sensaciones a través de los distintos sentidos.). No me diferencia como sujeto del objeto, soy parte. Se trata de una relación entre el territorio, el cuerpo y la escucha», explica.
Su idea surgió en pandemia: realizó un curso virtual en la Universidad de Música de Montevideo. Una de las actividades era salir a caminar, escuchar y grabar. Algo que no era nuevo para Florencia, porque ya había realizado caminatas de escucha de forma individual. «Cuando compartí mi caminata y expliqué que la había enriquecido con herramientas de meditación y yoga, el profesor Fernando Godoy, director además del movimiento chileno Tsonami, me pidió que lo vuelva a hacer para subirlo en la plataforma», dijo. Como actividad dentro de ese curso, surgió entonces un propuesta que suma adeptos en Rosario.
“Coordinados cada uno en su territorio, realizamos caminatas y yo escribí todas las cosas que sentí al transitar parte de la ciudad escuchando los sonidos del exterior. La vista juega un rol muy importante y por eso se deja de centrar en la escucha, para ello aplique diferentes herramientas: dónde centrar la mirada por ejemplo, intentar diferenciar sonidos que vienen detrás, intentar escuchar sin nombrar, etc”, explica Flor en diálogo con El Ciudadano.
El texto que escribió sobre su experiencia en la ciudad generó entusiasmo y lo subió a un mapa sonoro: audiomapa.org. Se trata de una cartografía sonora colaborativa dedicada a compartir, explorar y archivar el paisaje sonoro con un foco en latinoamérica.
Florencia salió a caminar un día de la semana a las 3 de la tarde de octubre. Aún en confinamiento por la pandemia de coronavirus. “Sucedieron cosas en mi propio cuerpo, el ruido de los autos, de las máquinas. Cuesta escuchar, oyendo el organismo protege no prestando atención, la escucha es más consistente. Terminé agotada, pero es una experiencia muy enriquecedora”, explica.
Caminar, sentir, escuchar
La primera fue propuesta junto a un grupo que realiza la misma actividad en Barcelona, España. Fue una caminata compartida a través de un celular. “Ellos caminaban por su rambla y yo por la nuestra. Fue una primer parte centrada en la escucha, ir hablando e intercambiando las diferencias y similitudes entre ambas ciudades».
A partir de ahí a Florencia le surgió la idea pero como proyecto. Generar caminatas, que los participantes se sumen a la experiencia y poder volcar todas las sensaciones luego en algún registro.
El primero de los recorridos se realizó en el Parque Regional Sur, cerca del río Saladillo. “Empezamos con ejercicios de conexión con el territorio, caminamos lento y escuchamos el sonido de la cascada. Hubo mucha conexión porque en el parque de la reserva de Villa Gobernador Gálvez es muy arbolado, muchos pájaros en convivencia con los sonidos urbanos y naturales. Fue una escucha ampliada e interrelacionada”, sintetiza la artista sonora.
La segunda sucedió en el Parque Independencia. Un domingo a la mañana con menos tránsito de autos, recuerda. “Ingresamos, en aquella caminata, al Museo de la Ciudad y escuchamos el museo, el crujido del suelo, un caño de agua, la obra estaba viva y nosotros éramos parte de la obra”, resume.
La tercera fue en el parque Scalabrini Ortiz y la idea es generar una nueva, pero en el centro de la ciudad para sentir y comprender la vida en el entorno sonoro, en la polución sonora. “Será más dura, pero pensé en ir a refugios sonoros como el Pasaje Pan o desembocar en algún parque”. Florencia está en redes sociales y se la puede contactar a través de su Facebook o Instagram.
Festival en Grecia
Florencia se postuló en un Festival que organiza una universidad de arte en la zona de Prespa, Grecia. La actividad se llama la caminata como pregunta y reúne e invita a diferentes colectivos del mundo para compartir las ponencias. Flor desde Rosario propuse la caminata como escucha y fue seleccionada para participar del 4 al 11 de julio de este 2021. “Será como la que hicimos con Barcelona, pero ésta centrada únicamente en la escucha. Caminaremos cerca del río Paraná y ellos en algún lugar cercano a los lagos, La idea es recorporalizarnos y reterritorializarnos sobre todo tras este confinamiento y entrelazar la relación con los territorios de agua en que habitamos ambas comunidades”, enfatizó.
La invitación estará abierta a todos aquellos que quieran participar y la escucha en simultáneo se realizará a través de un dispositivo móvil.
Radio teatro y humedales
Florencia forma parte del taller ecologista en el área de humedales. El año pasado se presentó un material para niños: un radioteatro denominada Araí y el Carpincho. Son cinco capítulos y es la historia de una niña de Rosario que, a través de palabras mágicas que encuentra por azar jugando mientras se baña, hace aparecer a un carpincho en su bañera. El Carpincho, un gran conocedor de los humedales y su cultura, la lleva a recorrer y conocer diferentes dimensiones de su espacio de vida.
El radioteatro se presentó el pasado 5 de junio de 2020 y tiene más de 31 mil escuchas. Este próximo 5 de junio se presentarán podcast relacionados a los humedales para jóvenes.