Hay señales alentadoras. Pocas, pero en un contexto en el que no sobran argumentos, es un motivo para pensar que Newell’s puede terminar de recomponer su imagen. El empate en el Clásico le permitió entender al equipo que tiene herramientas con las que puede contar a futuro para volver a ser un equipo competitivo. Y que depende, en buena medida, de lo que esté dispuesto a hacer para lograrlo.
Apenas llegó al Parque Independencia, Diego Osella aclaró que su idea era mejorar las cosas desde el orden. Le costó más de la cuenta, tal cual aseguró después del empate sin goles ante Argentinos Juniors en La Paternal. Pero algo mejor parece estar el equipo.
Sin hacer nada extraordinario, como suele decir en sus conferencias de prensa.
La sensación es que el DT acomodó un poco las cosas y que en los últimos partidos dio con los intérpretes adecuados para lo que pretende. Pero todavía falta encontrar mejores rendimientos colectivos. Lo que sí se recuperó es el compromiso y la actitud. Ya ante Huracán el equipo hizo un buen partido en ese sentido y reafirmó muchas cosas buenas en el Clásico frente a Central.
Luciano Pocrnjic mostró seguridad desde que agarró la titularidad; Luis Advíncula dejó bien en claro que es lateral y no volante; y Emanuel Insúa tuvo un rendimiento regular.
Las principales dudas pasan por la dupla central que Osella decidió sostener, aunque es justo decir que Marcos Cáceres y Nehuén Paz cumplieron en la contención de Marcos Ruben en el Clásico.
En el mediocampo, Jalil Elías apareció como un buen ladero de Diego Mateo, el abanderado de la entrega. Mauro Formica tuvo un buen partido ante el Globo pero no pudo gravitar en el Clásico. Héctor Fertoli tiene el atrevimiento que Mauricio Tevez perdió y Maxi Rodríguez está predispuesto para la entrega y tiene destellos de su talento, pero anda enemistado con el gol.
Y adelante juega Lucas Boyé, un delantero con alma de volante al que le cuesta mucho hacer goles pero que cada tanto se disfraza de asistidor. Pero que así y todo le ganó el puesto a Ignacio Scocco, hoy relegado al banco de relevos.
Una visión positiva de este momento resaltaría que Newell’s lleva seis encuentros sin perder y que en los últimos tres cotejos no recibió goles. Una mirada más realista diría que en ese lapso sólo ganó un partido (Huracán) y que todavía tiene mucho por mejorar.
En efecto, apenas tiene 12 puntos en el campeonato y deberá sumar algo más en el tramo final en el que visitará el viernes a Estudiantes, recibirá a Defensa y Justicia en el Parque Independencia, irá al sur bonaerense para enfrentar a Temperley y cerrará el torneo siendo local de Atlético Tucumán. Cuatro partidos para demostrar que está en camino a la recuperación.
Este tuvo goles
El Clásico de reserva tuvo los goles que faltaron en el cotejo principal jugado en el Parque de la Independencia. Ayer, en Bella Vista, Newell’s y Central igualaron 2-2, en un encuentro que tuvo mucho roce y pierna fuerte.
El Canalla se puso en ventaja a los ocho minutos de juego mediante un tiro libre de Joaquín Pereyra. El equipo que dirige Hugo Galloni pudo haber aumentado en una jugada que Félix Banega no logró definir y la Lepra estuvo cerca del empate en un zurdazo de Denis Rodríguez.
En el complemento, Iván Silva igualó las acciones de penal y a los pocos minutos Joaquín Torres puso el 2-1 para la Lepra. Pero enseguida Joaquín Pereyra igualó con un zapatazo de media distancia que Ezequiel Unsain no pudo sacar.