Las paritarias entre el Sindicato de Camioneros y las cámaras empresariales del autotransporte de carga volvieron a fracasar ayer y los trabajadores anunciaron que continuarán con el plan de lucha, que contempla paros sorpresivos.
Las cámaras patronales ofrecieron 21 por ciento de aumento en tres cuotas, pero desde el gremio rechazaron la propuesta y ratificaron que no se bajarán del reclamo, que incluye una suba del 30 por ciento.
Durante la reunión de ayer en el Ministerio de Trabajo los camioneros y los empresarios no se vieron las caras, sino que mantuvieron reuniones separadas con funcionarios de la cartera laboral, que los volvieron a citar para el próximo viernes a las 11.
Tras este nuevo fracaso, el secretario adjunto del gremio de Camioneros, Pablo Moyano, dijo que se anunciará la realización de paros sorpresivos en los catorce rubros que componen el autotransporte de carga o al menos en algunos.
“La gente está muy ansiosa, con mucha bronca y muy caliente. No sólo no cobra un aumento digno, sino que le descuentan el impuesto a las Ganancias cuando más trabaja y tampoco le pagan asignaciones familiares”, dijo el hijo del secretario general de la CGT, Hugo Moyano.
Por ello, el sindicalista indicó que el gremio dará a conocer nuevas medidas de fuerza en las catorce actividades que contemplan el sector del autotransporte de carga, dado que ya no confía en una nueva oferta salarial de parte de los empresarios.
“No creo que los empresarios tengan la voluntad de venir en tres días (por el jueves próximo) con una oferta que por lo menos se acerque a lo que nosotros solicitamos”, dijo el hijo del titular de la CGT.
El camionero criticó con dureza al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, porque “se la pasa haciendo seminarios sobre los derechos de los trabajadores, pero cuando los trabajadores lo necesitan, él dice que no le compete el problema”.
Moyano consideró que los empresarios deben mejorar los sueldos un 30 por ciento porque el gobierno se niega a subir el piso del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias y a otorgar asignaciones familiares a todos los trabajadores.
“Resulta que un compañero hace una hora extra o trabaja un domingo para hacer unos pesos más, y esos pesos se los queda el Estado. Pagamos impuestos para tener fútbol para todos, automovilismo para todos y salarios para pocos”, ironizó.