Concluido el paro de transportes que esta madrugada interrumpió los servicios hasta las 7 de la mañana, aunque las consecuencias siguieron por varias horas, los gremios advirtieron que ya evalúan nuevas medidas de fuerza.
Apenas minutos después de las 7, Daniel Costantino, prosecretario gremial de la UTA, anticipó: «Nos volveremos a juntar con los secretarios generales de los gremios de transporte para ver cómo seguir según las respuestas que tengamos del Gobierno».
«La que tiene que comprender es la Presidente que se nos va destruyendo el poder adquisitivo», bramó.
Pero quien se adelantó fue el secretario adjunto del sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, anunció que los choferes votaron en asambleas realizar un «paro de 24 o 48 horas» para antes de fin de año, en protesta contra el Gobierno por la aplicación del impuesto a las Ganancias al medio aguinaldo.
Moyano adelantó que la medida de protesta de Camioneros podría extenderse a otros gremios de los que participaron en la huelga de este jueves: «Nosotros ya aprobamos un plan de lucha que contempla una huelga de 24 a 48 horas. Y no se descarta una movilización a Plaza de Mayo con todo el transporte incluido».
Así, el Sindicato de Choferes de Camiones (Sichoca) que lidera el jefe de la CGT, Hugo Moyano, cumplió con la advertencia que había lanzado la semana pasada, cuando anticipó que el paro de este jueves podría tener una réplica más severa.
«Los compañeros ya votaron hacer un paro general de 24 o 48 horas antes de fin de año», afirmó Pablo Moyano -hijo de Hugo- tras la huelga de tres horas que llevaron adelante esta mañana en sintonía con los gremios ferroviario, aeronáutico, automotor y fluvial.
«Queríamos un gesto de la Presidente, por lo menos para el mes de diciembre, pero eso no sucedió», se quejó Moyano en declaraciones a radio La Red, en referencia al deseo de que el gobierno decidiera eximir el pago de Ganancias al menos durante el último mes del año.
Este gremio, cuyo salario promedio supera los 15.000 pesos por lo que la mayoría de los afiliados debe afrontar el impuesto a las Ganancias, pretende que el Gobierno exceptúe al aguinaldo y luego lance una reforma estructural del tributo, con un mínimo no imponible que se ubique por encima de los 25.000 pesos.
«Hay mucha bronca porque vamos a perder el aguinaldo, así que los trabajadores quieren seguir con este tipo de medidas», alertó el secretario adjunto del Sichoca tras terminar una asamblea general con las bases.
Moyano se quejó de la «soberbia del Gobierno» que lleva a los funcionarios a decir que «si los gremios reclaman algo son golpistas, extorsionadores o están apoyados los fondos buitre.
Pero este (el de Ganancias) es un reclamo de hace años, ya hubo tres paros nacionales y nadie escucha».