El ex jockey Ángel Oscar Baratucci, uno de los deportistas más emblemáticos de la ciudad cumple mañana 90 años. Un verdadero campeón tanto en las pistas como en la vida.
Azuleño de nacimiento y rosarino por adopción, el Maestro, Patita, el Flaco, Campeón, Bara, son los apodos con los que se conoce a don Ángel, de una trayectoria impecable durante más de cinco décadas empuñando la fusta. El comienzo no fue sencillo para Bara. En el hipódromo de Las Flores lo vio hacer sus primeras armas en 1936, pero las cosas no se daban e incluso estuvo a punto de dejar la profesión. Nunca llegó a ser el aprendiz de “moda” y la primera victoria llegó al mes de haber debutado.
No pasó mucho tiempo para que don Ángel decidiera cambiar el rumbo. Es así que emprendió la retirada de Santa Fe para radicarse en el hipódromo donde brillaría: el Independencia.
Los aires rosarinos le sentaron bien al campeón que comenzaría a desplegar todo su repertorio con faenas inolvidables.
Exactamente fueron 56 años en los que desplegó su sabiduría para conducir un caballo de carrera. Se estima que ganó más de 3.500 carreras, una cifra impresionante si se tiene en cuenta que se corría sólo los fines de semana. Se quedó con 26 estadísticas, 21 de manera consecutiva.
Su figura adquirió mayor dimensión el 15 de diciembre de 1957. Ese día Barattucci se quedó con el programa completo al ganar las 8 carreras del programa rosarino, récord aún vigente refrendado en la publicación inglesa el Libro de Récord Guinness y “volteando” el que ostentaba nada menos que Irineo Leguisamo que ganó 7 y en la restante fue placé. Además tiene otro récord menos conocido como el de ganar 160 carrera en 1966.
No le quedó hipódromo por ganar. Palermo, San Isidro, La Plata, Mendoza, Las Flores, Independencia, Casilda, entre otros, pudieron apreciar sus dotes donde enfrentó a otros grandes jockeys como Juan P. Artigas, Cayetano Sauro, Oreste Cosenza, los hermanos Ciafardini, Aníbal Echart, entre otros. Localmente tuvo fuerte disputa en las pistas con Aguilera, Juan Ublich, Ferreyra, Quintero, Pancho Cáceres, Tito Mernies, Natividad Agout, los hermanos Merli, Libre, Ublich, Sauro, Figueroa, Bortulé, Quevedo, Galloso, Constantino, Bayardi, Pedro y Froilón Maldonado, Farias, Héctor López, Pato Soto, y mucho más.
Un adiós en silencio
Así como llegó a Rosario se retiró. En silencio, sin estridencias, como lo hacen los grandes. En octubre del 89 sería el último año de campaña en las pistas. Fue montando a la yegua Snow Festival, bajo el entrenamiento de Eduardo Carello representando los colores del stud Rojo y Negro, como no podía ser de otra manera con una victoria.Tras el alejamiento se hizo cargo de la Escuela de Aprendices a la que aportó a los pibes sabiduría y experiencia hasta fines del 2000.
Justo reconocimiento
Aunque un poco tarde, el reconocimiento de toda la ciudad llegó. El Concejo Municipal lo honró nombrándolo Ciudadano Ilustre el 24 de agosto de 1995. Poco tiempo más tarde se sumó el de la Cámara de Diputados de la Nación, que lo condecoró como el título de “Mayores Notables”.
Festejo a lo grande
Seguramente que el festejo será con toda la pompa que merece el acontecimiento. Don Ángel disfrutará en la intimidad de su hogar de sus 90 al lado de toda su familia. Su esposa, Luisa, a la que conoció gracias a su amigo y colega Cayetano Santos Saurom, sus hijos Luis y Angel Oscar junto a los seis nietos y cuatro bisnietos. Además el próximo sábado la “farra” continúa con un programa de carreras en el Independencia en honor al inolvidable Maestro Angel Oscar Baratucci.